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Desde pequeña Chiara acompañaba a su papá a las brigadas y al cumplir los 15 años de edad decidió comenzar a prepararse para ser bombera. Asevera que el miedo no le impedirá entrar a un incendio y salvar a quienes se encuentren atrapados: “Si realmente uno se apasiona por esta profesión, la adrenalina y la voluntad superarán al temor”, resalta.
Además de colaborar con una compañía de bomberos, también ayuda en diferentes fundaciones como Teletón, Fundar, Corazones Abiertos, Un techo para mí país, entre otras. Incluso durante una campaña fue nombrada fove (fuerza operativa de voluntarios especializados) como reconocimiento a su labor.
Afirma que gracias a sus actividades hizo muchos amigos con los cuales se encariñó bastante. “Conocí a personas increíbles, al que más admiro es a Alvarito, un miembro del Consejo Directivo de Teletón. Creo que es un ejemplo a seguir para mí porque no permite que la discapacidad sea un obstáculo para él”, resalta.
Con entusiasmo, Chiara comenta que le hace bien ayudar a quienes la necesitan, y disfruta del tiempo que comparte con jóvenes como ella que realizan obras de caridad: “No le encuentro el lado negativo al voluntariado, sino todo lo contrario”.
Organizar su tiempo para ser parte de varias fundaciones y realizar sus estudios a la par no le resulta nada fácil a esta chica soñadora, pero afirma que con un poco de esfuerzo y dedicación se puede: “Siempre siento la necesidad de buscar algo que hacer”.
Finalizó diciendo que en el futuro desea crear una organización de caridad, aunque aún no termina de planear cómo llevará a cabo esta iniciativa.
Por Sandra Villalba (19 años)