Cargando...
Como la mayoría de los medios masivos están en manos de empresarios quizás sin mucha formación periodística, inmediatamente se instala la sospecha de que su diario, radio o canal solo defiende sus intereses político-económicos. Esta fama negativa de la prensa ha llevado, en los últimos años, a instalar en muchos países la idea de que no existe el periodismo independiente y neutral, siendo ambas dos cualidades fundamentales de la profesión.
Nunca está bien prejuzgar, pero en determinados medios de comunicación existen algunas actitudes que podrían considerarse cuando menos sospechosas. Es curioso como un periódico de repente parece apoyar indirectamente a un candidato a presidente, o un programa de debate televisivo evita hablar de la indignación ciudadana con respecto a la impunidad, siendo este el tema que domina la opinión pública. Esto es lo que distorsiona la imagen del periodismo.
Esta pervertida concepción de la prensa llegó incluso a cerrar radios y cadenas de tevé en Venezuela, además de generar una "ley mordaza" en Argentina que, aunque su Gobierno la disfrace con discursos de supuesto "pluralismo", representa un grave atropello a la libertad de expresión. A su vez, dicha actitud provocó el nacimiento del "periodismo militante", que en realidad es propaganda partidaria con información tergiversada y direccionada con fines políticos.
Que un medio tenga actitudes sospechosas con ciertas noticias, no se traduce en que todos sus periodistas deban ser señalados como responsables de esto, pues siempre hay algunos que no están de acuerdo. Es entonces, cuando se nota si existe o no libertad de expresión en su diario, radio o canal, ya que, como empleado deberá tener derecho a manifestar su discrepancia públicamente sin miedo a la censura. Como dijo Rodolfo Walsh: "El periodismo es libre o es una farsa".
Por Rubén Montiel (19 años)