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Es bien sabido que el hombre es conocido como el del sexo fuerte. Se podría llegar a esta conclusión por varios motivos, uno de ellos podría ser porque el hombre por lo general realiza diversas tareas que requieren de esfuerzo físico, etc.
Pero... ¿será el hombre en verdad el sexo fuerte? Es cierto que los hombres poseen una fuerza física mayor a la de las mujeres. Sin embargo, podemos decir y ver a simple vista de que es la mujer la que siempre va un paso delante.
Existe una realidad que a muchos hombres les cuesta admitir y es el hecho de que son las mujeres las que siempre toman todas las decisiones y cuando dicen no, es no y nadie puede cambiar esa postura firme que la mayoría de las féminas adopta y ni siquiera intenten cambiar esas decisiones porque puede ser perjudicial para la salud como bofetadas, etc.
Sin embargo, en las famosas reuniones de lo perro, nadie puede negar que el tema principal y favorito es con respecto a las novias y lo más llamativo de estos encuentros, prácticamente clandestinos, que más bien parece terapia de apoyo o clases de intercambio de estrategias para su aplicación en las yiyis, es que la mayoría de los hombres habla de sus parejas con cierto tono de superioridad, haciéndose creer a sí mismos sus mentiras, al darse de winners (ganadores). Pero al final de cada encuentro con los muchachos, pareciera que despiertan de ese sueño y se encuentran con la realidad, anhelando el mundo fantasioso que se comparte con lo perro, al tener que ir a marcar a lo de la patrona.
Muchos dicen que sus novias acceden a los caprichos de los novios. Aunque se da totalmente lo contrario, ya que son los hombres los que siempre terminan accediendo a las peticiones de las mujeres y complaciéndolas en todo lo posible.
Esta realidad que viven muchos miembros del sexo fuerte nos hace pensar bastante con respecto a esta casi cotidianeidad. ¿Por qué somos llamados sexo fuerte?, si en realidad son ellas las que llevan las riendas en toda relación y sino fijense en el claro ejemplo de nuestras madres que manejan todo en la casa.
Pero aun tenemos la última palabra ante ante las mujeres, ya que cuando nos pidan algo, podremos contestar con voz de mando, sí, mi amor.
Pero... ¿será el hombre en verdad el sexo fuerte? Es cierto que los hombres poseen una fuerza física mayor a la de las mujeres. Sin embargo, podemos decir y ver a simple vista de que es la mujer la que siempre va un paso delante.
Existe una realidad que a muchos hombres les cuesta admitir y es el hecho de que son las mujeres las que siempre toman todas las decisiones y cuando dicen no, es no y nadie puede cambiar esa postura firme que la mayoría de las féminas adopta y ni siquiera intenten cambiar esas decisiones porque puede ser perjudicial para la salud como bofetadas, etc.
Sin embargo, en las famosas reuniones de lo perro, nadie puede negar que el tema principal y favorito es con respecto a las novias y lo más llamativo de estos encuentros, prácticamente clandestinos, que más bien parece terapia de apoyo o clases de intercambio de estrategias para su aplicación en las yiyis, es que la mayoría de los hombres habla de sus parejas con cierto tono de superioridad, haciéndose creer a sí mismos sus mentiras, al darse de winners (ganadores). Pero al final de cada encuentro con los muchachos, pareciera que despiertan de ese sueño y se encuentran con la realidad, anhelando el mundo fantasioso que se comparte con lo perro, al tener que ir a marcar a lo de la patrona.
Muchos dicen que sus novias acceden a los caprichos de los novios. Aunque se da totalmente lo contrario, ya que son los hombres los que siempre terminan accediendo a las peticiones de las mujeres y complaciéndolas en todo lo posible.
Esta realidad que viven muchos miembros del sexo fuerte nos hace pensar bastante con respecto a esta casi cotidianeidad. ¿Por qué somos llamados sexo fuerte?, si en realidad son ellas las que llevan las riendas en toda relación y sino fijense en el claro ejemplo de nuestras madres que manejan todo en la casa.
Pero aun tenemos la última palabra ante ante las mujeres, ya que cuando nos pidan algo, podremos contestar con voz de mando, sí, mi amor.