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¿Sabías que solo el 2,5% de agua de todo el planeta Tierra es dulce? Te sorprenderá mucho más aún saber que el 0,78% de ella es subterránea, es decir, no puede ser extraída por su profundidad y el 1,71% corresponde a los hielos y casquetes, quedando así solo el 0,007% a disponibilidad de todos los seres humanos.
En Paraguay tenemos la gracia de abrir una canilla y que salga agua lista para beber, mientras que en otros países se paga una elevada suma de dinero para poder tenerla en una botellita. No tomamos consciencia de su utilización e importancia, desperdiciamos cada día más el líquido vital como si no supiéramos que sin él la vida no podría ser posible.
Sin darnos cuenta, desperdiciamos agua dejando abierto el grifo de salida cuando nos cepillamos, bañamos, lavamos los cubiertos, entre otros. Las cañerías rotas que se encuentran en las calles también despilfarran este importante recurso natural. ¿Hasta cuándo seguiremos derrochando el líquido vital?
Existen formas de preservarlo, tales como regar el jardín y las plantas con el agua que usaste para lavar las verduras o enjuagar los cubiertos. Otra manera es arreglando las canillas en mal estado, pues un grifo que gotea 45 veces por min puede llegar a desperdiciar hasta 1000 litros de agua al mes.
Como reza un famoso refrán: “No hemos heredado la tierra de nuestros antepasados, la hemos prestado de nuestros hijos”. No seamos egoístas, deberíamos pensar en las generaciones futuras y conservar nuestro recurso natural que, aunque no lo parezca, también puede acabarse.
Por Javier Morales (18 años)