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Debido a la baja calidad de enseñanza, el sistema educativo paraguayo se posiciona en el puesto n.º 133 de un ranking de 144 países, según el informe de Competitividad Global del Foro Económico Mundial, que fue publicado a finales del 2012. El estudio tiene en cuenta diferentes variables, como el tipo de enseñanza en los niveles básicos, secundarios y terciarios, así también la innovación y disponibilidad de la tecnología en las aulas.
Para Andrea, estamos entre los últimos en la lista debido a la falta de capacitación de los docentes y el poco compromiso que tienen los alumnos con el fin de mejorar como estudiantes. “Hace falta una preparación más fuerte de los profesores en los colegios públicos y privados, porque, como se ve en las noticias, muchos de ellos se presentan a concursar por cargos y ni siquiera logran hacer el puntaje mínimo”, alega la dirigente estudiantil.
Asimismo, añade que la poca presencia de los niños y jóvenes en las escuelas y colegios se debe a que la educación de verdad no es gratuita. Estos no tendrían que pagar absolutamente nada, para que así hasta los más pobres puedan recibir una enseñanza digna. “Ojalá todos gocen de la oportunidad de estudiar. Algunos podemos pagar un colegio privado, pero hay mucha gente que quiere formarse académicamente y no lo logra por cuestiones económicas”, comenta Andrea.
Además, la joven también se da cuenta de que la compra de notas y puntajes es un problema para la educación, y afirma que, a veces, los alumnos echan la culpa a los docentes por las fallas que ellos cometen, pues —como todos sabemos— la corrupción impide que la enseñanza se pueda lograr de una manera eficaz. “Cada uno debe poner un poco de su parte y ver si todo se hace con claridad, porque, como ahora se sabe, no en muchos colegios se trabaja con transparencia”, expresa.
Del mismo modo, Andrea explica que, para solucionar el problema de raíz, lo que hay que cambiar es la manera de pensar de la gente, para que todas las personas comiencen a reclamar sus derechos y una mejor educación. “Si queremos mejorar el sistema educativo, hay que comenzar por uno mismo, mirar más allá, y no quedarse en lo que uno da en clases y ya está, sino siempre buscar más”, finaliza.
Por Gonzalo Recalde (18 años)