Del circo al street workout, realizando innovadoras rutinas

La vida circense la lleva en la sangre: desde pequeño se destacó haciendo acrobacias en el aire. “Trabajar con lo que uno ama y lleva dentro de su ser es lo máximo”, comenta Emiliano Escobar (21), quien ahora se dedica a entrenar street workout, una innovadora disciplina que combina el arte con el deporte. Afirma que esta actividad lo ayudó a mejorar su calidad de vida.

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¿Cómo te iniciaste en el street workout?

Hace dos años participé de un programa de televisión muy popular, en este ambiente conocí a Mariano Boffi y nos volvimos amigos. Más adelante, sufrió una lesión y gracias a eso descubrió esta innovadora disciplina; luego me comentó de los excelentes resultados y me sentí atraído.

¿Cómo son los entrenamientos?

Iniciamos con un calentamiento del cuerpo completo, llamado calistenia, seguido de un intenso entrenamiento en barras paralelas y suelo. Después hacemos una serie de abdominales y rutinas muy parecidas a la gimnasia artística, como paradas de mano, planchas, banderas, varios tipos de acrobacias. Aclaro que esto es con base en mis capacidades atléticas; llevo tiempo ejercitándome. ¿Te cambió la vida de alguna manera este deporte?

Esta disciplina me ayudó mucho en el ámbito deportivo, mental y laboral; definitivamente, me incentivó a mejorar la calidad de mi vida.

¿Tuviste que sacrificarte o renunciar a algo para poder entrenar?

Me esforcé mucho para aprender todo lo que hago; llegué a entrenar hasta ocho horas por día. Pasé por momentos difíciles y varias lesiones que me impidieron ejercitarme por cierto tiempo, pero siempre con mucha fe en Dios, lograba levantarme y recuperarme.

Comentanos cómo fue tu experiencia en el circo.

Nací en el circo de mi papá, llamado entonces “Las Vegas”. Luego de que él falleciera, mis hermanos mayores trabajaron duro para sacar adelante la empresa. Yo iba a pasar unos días con ellos y allí aprendí cómo es la vida circense. Soy trapecista, equilibrista, malabarista, acróbata, locutor y más. Trabajar con lo que uno ama y lleva dentro de su ser es lo máximo.

Por Sandra Villalba (18 años)

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