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¿Cómo comenzó tu experiencia en los medios?
Empecé en una radio comunitaria que se llama Ypacaraí FM; en ese entonces estaba en el segundo curso de la Media en mi colegio. Conducía un programa de música rock hasta que surgió la oportunidad de relatar un partido de la Liga Ypacaraiense; si bien no tenía experiencia, acepté y en ese momento se inició mi carrera como periodista deportivo.
¿Cuál fue la primera radio importante en la que trabajaste?
En la 970 en el 2010, justo cuando iba a empezar el Mundial estaban necesitando más relatores, porque solo contaban con dos en ese momento; es así como me preguntaron si me interesaba la idea de trabajar con ellos. Luego de que me probaran en un partido del torneo local y en otro de la Copa Libertadores, entré como relator en la radio.
¿Cómo pasaste a formar parte del equipo de “Fútbol a lo Grande”?
A comienzos de año, Ricardo Mendoza contacta conmigo y me pregunta cuál es mi situación en la 970; luego de esa conversación él me consigue una entrevista con Arturo y de esa manera obtengo el trabajo.
¿Cuáles son las características de un buen relator deportivo?
Yo creo que debe tener una gran cantidad de recursos para describir lo que sucede en la cancha de la mejor manera; para eso es fundamental la lectura y el manejo de los sinónimos, pero si se puede hay que evitar usar términos muy complicados para que la mayor cantidad de gente escuche y entienda lo que se dice. También es importante ponerle cierta carga de emoción.
¿Sos de incorporar mucho la emoción en tus relatos?
Ese es un capítulo aparte; cuando me encuentro en las gradas haciendo la previa, puedo estar hablando tranquilamente con mis compañeros, pero en el momento en que faltan solo cinco minutos para el partido, mi corazón de repente empieza a latir más fuerte y me transformo totalmente. El recurso de la emoción es fundamental para que las personas que te están escuchando en la casa sientan como si estuvieran en la cancha.
¿Qué expectativas tenés para el futuro?
Me gustaría llegar hasta un lugar en el que la gente reconozca mi trabajo, ver la posibilidad de relatar para la televisión y ser un clásico del fútbol paraguayo, pero uno nunca sabe, por lo pronto estoy orgulloso de pertenecer al plantel de “Fútbol a lo Grande”, ya que, como le dije a un amigo, fue la segunda cosa más grande que me pasó en la vida después de conocer a Dios.
Por Rubén Montiel (19 años)