Cargando...
Cuando le interesás a un chico, él planeará citas especiales, salidas a lugares diferentes, e irá al grano para mantener una relación seria y estable. Pero si te encontrás con un bandido solo te llenará la cabeza con un mundo repleto de amor, cada vez que se le antoje, para estar contigo un rato “nomás”. Algunos hombres tienen la reputación de “mujeriegos” o el “gallo” del grupo, mientras que otros esconden muy bien sus intenciones para no levantar ninguna sospecha, y así poder conquistar a su presa.
Algunos varones detestan la idea de enamorarse y “sentirse” atado a una relación. Por eso utilizan su soltería, encantos o dinero para levantar a cuanta chica se le cruce en el camino. En consecuencia, existen los mujeriegos discretos que hacen creer a sus conquistas que tienen su completa atención, pero siempre existe algo que los delata, por ejemplo, dan vueltas, responden con frases cortas o no se apartan de sus teléfonos celulares.
A los chicos aficionados a engatusar mujeres se los tilda de “mujeriegos”. Si bien es cierto que la mayoría actúa de esta manera, un 20 % de los que aparentan ser bandidos simplemente buscan una amistad sin otras intenciones.
Sacar a los bandidos del mercado cuesta “plata” o comprarlos del contrabando también, ya que no tendrían una buena “garantía”. Entonces es mejor pensar dos veces antes de pretender andar con un muchacho que solo desea pasar bien un rato. Tampoco trates de convencerte a ti misma en cambiar a ese chico, porque tarde o temprano le llagará el amor y tendrá que dar el difícil paso que jamás pensó en su vida: pasar de ser el gallito al perrito faldero.
Por Desirée Esquivel (19 años)