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Fredy cuenta que su mamá fue quien alimentó sus ganas de superarse y lo incitó a interesarse por el estudio, pues para ella ese era el único camino al éxito. “Lo único que te va hacer rico es tu inteligencia. Para progresar no importa si tenés limitaciones económicas y sos del interior del país, solo hay que comprometerse con los sueños”, comenta.
Su pasión por las matemáticas surgió desde muy pequeño cuando recibió como regalo de su mamá un paquete de libros, entre ellos uno de cálculos. “Me encantaba eso de sentarme a pensar y resolver los ejercicios, despertaba mi curiosidad”. Su primera participación en las olimpiadas de matemáticas fue organizada por Omapa (Organización multidisciplinaria de ayuda a profesores y alumnos). Cuando estaba en 6.° grado se dio cuenta de que aún le faltaba mucho por aprender.
Como tenía dificultades económicas para tomar cursos en Asunción contactó con la municipalidad de su cuidad (Concepción) para que lo ayude. “Se sorprendieron con mi pedido porque era un mita’i de 14 años, y les comentaba que si me daban los medios no los iba a desperdiciar, entonces me ayudaron, así como mi colegio y la gobernación del departamento”, dice.
Después de venir a Asunción para tomar cursos participó en más olimpiadas de Omapa: en la Iberoamericana realizada en Bahía, Brasil, donde obtuvo una medalla de bronce, luego en las nacionales se alzó con la de plata y, en otra competencia nacional (Canguro) fue premiado con la de oro.
Aún quedaba una meta por cumplir que era participar en la Olimpiada Mundial de Matemáticas, la cual pudo alcanzar, esta se llevó a cabo en Kazajistán. También logró competir en Panamá en un concurso Iberoamericano de física. “Para lograr lo uno quiere no hay que ser genio, solo tenés que tener fe y coraje, no ser ate’y ni koygua. Solo se necesita práctica y dedicación”, concluyó.
Por Ayelén Díaz (17 años)