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¿Cómo te iniciaste en el mundo de la música?
Provengo de una familia de músicos, con las instrucciones de mi papá empecé a tocar el piano a los tres años. A los 8 años ingresé al Conservatorio Nacional y ahí conocí el violonchelo.
¿En qué te ayudó la música?
Me dio la oportunidad de viajar muchas veces a Europa para brindar conciertos y perfeccionar mi carrera. Formé parte de la “Capilla Panamericana”, una orquesta barroca de Francia que está conformada por músicos latinoamericanos. Además, desde que ingresé a la Orquesta Sinfónica Nacional mantengo a mi familia y progreso como profesional.
¿Qué diferencias notás entre el campo musical nacional y el europeo?
En Europa existen más oportunidades de estudiar y perfeccionarse en la música, además hay más apoyo a la cultura. Creo que en Paraguay se debería invertir en la infraestructura del Conservatorio Nacional, en la adquisición de instrumentos y en la capacitación de los profesores.
¿Cuáles son tus derroteros?
Seguir luchando y llegar a ser un solista reconocido en el país.
¿Quiénes son tus ejemplos a seguir?
Admiro mucho a una chelista argentina llamada Sol Gabetta y, a nivel nacional, a mi padre en la música, el director de la orquesta del Congreso, el maestro Diego Sánchez Haase.
Después de haber participado en orquestas importantes y haber dado conciertos en Europa,
¿querés contar tu secreto a los jóvenes?
Ser uno mismo y luchar por los sueños. Problemas siempre habrán, pero lo importante es no frustrarse y confiar en Dios.
Por Jorge de Jesús Flores Báez (20 años)