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Por Sandra Villalba (17 años)
¿Por qué elegiste el violín?
Elegí este instrumento cuando tenía 11 años porque quería probar algo nuevo; como veía que mi primo lo estaba ejecutando, me interesó y terminó gustándome más de lo que imaginé. Cuando empecé con esto, me olvidé de mis otras actividades, decidí dedicarme solo al violín.
¿Pertenecés o alguna vez perteneciste a una orquesta?
Como soy de San Ignacio (Misiones), allí empecé con la orquesta Ars Barroca, que depende de la Universidad Católica, donde teníamos clases semanales con el Prof. José Miranda. Más tarde, asistí a encuentros nacionales de artistas, organizados por el proyecto Sonidos de la tierra, luego se hizo una selección para formar una orquesta y me escogieron. Actualmente me encuentro en la orquesta sinfónica de la Uninorte.
¿A qué lugares viajaste para realizar presentaciones?
Al comienzo viajaba al interior para los encuentros nacionales; recorrí casi todo el país con estos seminarios. Luego fui al exterior con la Orquesta Sinfónica de Sonidos de la tierra; recorrimos varias ciudades de Uruguay y Argentina. Al volver de ese viaje, como cada año se seleccionan entre cinco y siete alumnos más avanzados de la orquesta, quedé elegido para presentar el proyecto en una gira de 40 días por Europa; recorrimos Alemania, Suiza y Austria.
¿Cuáles son tus planes para el futuro? ¿Qué posibilidades hay de que te vuelvas solista?
Me encantaría volverme solista, ser reconocido, también ser director de orquesta y ganar muchísimos concursos.
Sé que es difícil pero no imposible; hay que ponerse las pilas nomás, requiere de mucha de dedicación y perseverancia, porque si uno no se compromete no puede surgir, siempre va a ser uno más del montón y, por supuesto, tratar de mejorar.