Aprovechando los minutos de fama con el baile

“La tele te ofrece minutos de fama, pero en la calle la gente ve realmente quien sos”, comenta Jorge Samaniego (24), quien se dedica al baile y gracias a esto participó en diferentes programas de televisión. Hace unos meses inauguró un gimnasio con su hermano y afirma que cada oportunidad que se presenta la aprovecha al máximo.

/pf/resources/images/abc-placeholder.png?d=2074

Cargando...

“Cuando fui con mi primo a un gimnasio durante las vacaciones de verano practiqué aché y me encantó”. Antes de asistir a estas clases, él sufría de discriminación por parte de sus compañeros, ya que tuvo sobrepeso durante su niñez por lo que siempre se burlaban de su figura.

“Lo más simpático fue que teniendo diecinueve años, ya libre de mis responsabilidades escolares, mis compañeras de ballet del Instituto Municipal de Asunción (IMA) eran menores que yo”, agrega. Luego fue a la Academia Lorena Azucas, donde le invitaron para participar del casting de la primera temporada de Baila Conmigo Paraguay: “Al principio solo me iba a presentar para conformar el staff de inauguración del programa y terminé bailando con Larissa Riquelme”.

Estar en la tele siempre fue su sueño y muy pronto logró cumplirlo, ya que después de su debut en ese programa en Telefuturo, siguió bailando en la segunda temporada. “Gracias a todas estas oportunidades me tuvieron presente, ya que volví a bailar al año siguiente con otra famosa”, relata.

Durante ese tiempo, cuando Jorge caminaba por las calles, la gente se acercaba a él y le decía “¿vos sos el bailarín de...?”, nunca por su nombre. Esto no le molestaba al principio, pero con el paso del tiempo ya le incomodaba. Hasta que en el 2012 se presentó en Yingo, lo seleccionaron y le dieron la capitanía de uno de los grupos: “Ahí sí me destaqué solo y llegué a las últimas instancias”. Desde allí participó en diferentes eventos como en los corsos encarnacenos y obras de teatros.

Este año volvió a la pantalla chica con el programa BCPY. Ahora dirige un grupo de estudiantes en el Club Centenario y además un gimnasio llamado Wiliams, que levantó con su hermano y su padre. “Hay tiempo para todo si se aprovecha al máximo, siempre que haya trabajo y hagas bien tus cosas sin fallar a nadie”, concluye.

Por Desirée Esquivel (18 años)

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...