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“Estoy orgullosa de ser una indígena oaxaqueña”, afirma Yalitza Aparicio en respuesta a algunos comentarios racistas y clasistas de los que está siendo víctima desde que su interpretación en Roma ha convertido a la actriz en todo un fenómeno cinematográfico y social.
Aparicio, quien en la elogiada cinta de Alfonso Cuarón da vida a Cleo, una trabajadora doméstica al servicio de una familia acomodada de la colonia Roma, en Ciudad de México, a principios de los 70 del pasado siglo, en su debut como actriz ha roto todos los esquemas, visibilizando a una parte importante de la población mexicana: la indígena, habitualmente oculta y silenciada para el gran público. Lo ha hecho con una interpretación que no deja de recibir elogios desde el estreno de la película.
“Puedes estudiar actuación toda tu vida y nunca sentir que lo estás haciendo bien. O puedes ser completamente una actriz no profesional –alguien que nunca soñó ni buscó la carrera de actuación– y hacer una interpretación tan fina en textura que nadie nunca pensaría que no habías estado frente a la cámara”. De esta manera elogiaba la revista Time a la actriz mexicana.
El papel de Yalitza en Roma ha sido la interpretación del año para la prestigiosa publicación y otras, como The New York Time, también la han incluido entre las más destacadas de la temporada. No en vano Yalitza Aparicio ya se ha llevado el premio como mejor nuevo talento en los Hollywood Film Awards.
Este domingo 24, Yalitza Aparicio (Tlaxiaco, Oaxaca, 1993) competirá por alzarse con el premio Óscar a la mejor actriz, junto con Glenn Close, Lady Gaga, Olivia Colman y Melissa McCarthy. Su nominación al premio de la Academia de Hollywood ha marcado otro hito histórico, al convertirse en la primera actriz de origen indígena en optar a la estatuilla.
La Comisión de Asuntos Indígenas del Senado mexicano ya ha anunciado que reconocerá a Aparicio por este hito tan importante, en el marco de la Semana Cultural con motivo del Año Internacional de las Lenguas Indígenas, en abril próximo.
Portada de prestigiosas revistas de moda, como Vanity Fair o la edición mexicana de Vogue, Aparicio ha conseguido situar a las mujeres indígenas en el centro de atención.
Es, además, la segunda actriz mexicana candidata al premio a la mejor actriz de la Academia de Hollywood, después de que Salma Hayek optara al galardón en el 2002 por su interpretación del mito mexicano Frida Khalo, en la película biográfica Frida.
De maestra a protagonista
Todo esto se dio por casualidad, ya que Yalitza Aparicio nunca había actuado cuando acompañó a su hermana a un casting en su Tlaxiaco natal, en el estado de Oaxaca, sin saber aún para qué proyecto era y sin la intención de participar en el proceso, a lo que accedió finalmente por la insistencia de su hermana, quien no pudo presentarse por su avanzado estado de embarazo.
“No era mi intención estar allí”, reconoció Aparicio en una entrevista con Efe tras la presentación de la película el pasado noviembre, en la que también confesó que “tenía miedo de que aquello no fuera en realidad un casting y fuera una trampa”.
“En mi comunidad nunca se hacen cosas así. Era algo nuevo y extraño. Luego, me invitaron a Oaxaca y Ciudad de México, y no me lo creía. No te daban el nombre del director ni detalles sobre la película”, explicó la actriz.
La película resultó ser Roma, la gran favorita en esta edición de los Óscar con 10 nominaciones –entre ellas a mejor película, convirtiéndose así en la primera cinta en español en optar al premio– y ganadora, entre decenas de galardones, del León de Oro en el Festival de Cine de Venecia; el Globo de Oro a la mejor película de habla no inglesa, el Bafta a la mejor película y a la mejor extranjera, y el Goya a la mejor iberoamericana.
Alfonso Cuarón no dudó en elegir a Yalitza Aparicio entre las cientos de mujeres que participaron en castings en todo el país y le ofreció directamente el papel de Cleo, un homenaje a Liboria Rodríguez, la propia nana oaxaqueña del director, cuya vida inspira la trama del filme.
Aparicio tuvo que aprender la lengua indígena que habla su personaje: el mixteco, para lo que contó con la ayuda de su mejor amiga, Nancy García, quien también tiene un papel en la película.
“Fue complicado por las pronunciaciones y el temor de que fuera a quedar grabado algo que dijera mal, pero ahí estaba mi maestra Nancy para corregirme si era necesario”, confesó la actriz.
La vida de Aparicio ha dado un vuelco radical: de maestra de preescolar en Tlaxiaco a protagonista de la película del año, copar portadas de prestigiosas publicaciones y acudir a los eventos más importantes de la industria cinematográfica.
“Me parece como un sueño. Nunca imaginé nada de esto. Es algo increíble, y me llena de felicidad saber que la película está gustando y me consideren como actriz”, confesó la joven, aunque no quiere olvidar su verdadera vocación: la educación. “Siempre he soñado con dedicarme a eso, pero también pienso que el cine y la educación van de la mano. La diferencia es que el cine enseña de forma más masiva”, explicó la actriz a Efe en aquella entrevista.
Ahora, convertida en todo un símbolo de la diversidad mexicana y las mujeres indígenas, tampoco dudó en posar junto a la valla en la frontera entre México y Estados Unidos en Tijuana, en una sesión fotográfica dirigida por el propio Cuarón.
“Yalitza se parece mucho a las personas que intentan cruzar a los Estados Unidos para tener una vida mejor. Pero ahora, debido a la atención que está recibiendo, se ha vuelto especial. Yalitza podría ser la gente en el muro y ellos podrían ser ella”, comentó el director en entrevista con la revista W Magazine.
Con su nominación como mejor actriz, Yalitza Aparicio se ha convertido en un símbolo de la diversidad y, también, contra todos los muros fronterizos.
Texto Miriam Soto || Fotos EFE