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Daniela se dedica a competir en gimnasia artística. A sus cortos 11 años conquistó 14 veces el primer puesto de sinnúmero de competencias internacionales. Además, en tres ocasiones quedó en segundo y en cinco oportunidades subió al tercer podio.
Desde los siete años se forma en el Centro de Alto Rendimiento Olimpic Kids, allí entrena con Juan de Andrea y Sonia Bogarín. Edgar Torres se encarga del cuidado físico de la pequeña. Cursa el quinto grado en el Colegio Goethe y fue allí donde uno de sus profesores vio potencial en ella y la acercó más a este apasionante deporte. Daniela se destaca entre sus compañeras por ser estudiosa y responsable, pero confiesa que la materia más complicada para ella es Informática. Al regresar de la escuela, almuerza y se alista para dirigirse a su clase de gimnasia artística, rutina que repite todos los días hasta las 19:00, aunque en algunas ocasiones envía un mensaje de texto a su padre, Alejandro Rivera, para comunicarle que la busque más tarde, ya que los ensayos se pueden prolongar y ella siempre prefiere finalizar sus series del día. Los instructores le enseñan las cuatro modalidades: suelo, barra asimétrica, viga y salto, y compite en todas ellas.
Competencias
Desde el año 2010 ganó varias competencias en su categoría GAF a nivel nacional. También realizó su primer desafío internacional en el Colegio Militar de Río de Janeiro, donde alcanzó el primer lugar. En enero de 2011 viajó durante las vacaciones a Uruguay para entrenar en el Card de Montevideo. Se hospedó en la casa de su bisabuela paterna, y diariamente se comunicaba con sus padres a través de internet. Tres meses después participó de la Copa Spieth Sogipa de Porto Alegre (Brasil) y ganó el tercer lugar de la categoría Infantil de ese momento. En junio del mismo año regresó a Montevideo (Uruguay) para competir en la Copa Olimpia Internacional y quedó sexta en la categoría Avanzado I.
Al año siguiente, en el mes de abril, volvió a concursar en la Copa Spieth Sogipa, donde se posicionó en la cuarta ubicación en la categoría Individual Avanzado y en el tercer puesto por equipo.
Sus deseos de adquirir más y más conocimientos la llevan a distintos países, porque su mayor anhelo es participar, muy pronto, de los Juegos Olímpicos. Por ello, continúa concurriendo a varios torneos. “Me gusta demostrar a mis seres queridos mi interés hacia la gimnasia artística. Mis padres me dicen que mientras permanezca firme en mis objetivos me ayudarán en todo lo que necesite”, manifiesta. Tal como lo expresa Daniela, sus padres la apoyan un 100% en todo, y se encargan de solventar los gastos de todo lo que tenga que ver con sus entrenamientos tanto en el exterior como aquí en Paraguay.
En junio del año pasado retornó a la Copa Olimpia Internacional de Montevideo y quedó en la novena ubicación. En agosto se destacó en la Copa del Centro de Promoción Olímpica de Buenos Aires (Argentina), pues fue seleccionada en el cuatro emplazamiento de dos modalidades. En setiembre fue evaluada por la mesa técnica de la Federación Paraguaya de Gimnasia y clasificó para el Sudamericano de Cochabamba (Bolivia); allí fue la única representante femenina de Paraguay. Daniela comenta que poco a poco está alcanzando sus metas, peldaño a peldaño, y atesora varios recuerdos que la motivan a seguir adelante, como por ejemplo su participación en el Campeonato Nacional de Gimnasia Paraguay, en el que se consagró campeona nacional; además, en diciembre de 2012 fue electa Mejor Deportista del Año.
Sus logros suman y siguen. El último de ellos fue precisamente este año. Entre 950 gimnastas de todo el mundo, Daniela se consagró en el tercer puesto de la categoría FIG libre de la Copa Olimpia Internacional 2013. A pesar de su corta edad, Daniela ya tiene trazada parte de su destino, que se arropa de valentía y tenacidad.
Al exterior
“Mentalmente me siento preparada para viajar e independizarme, y espero que sea pronto, ya que en el extranjero la posibilidad de aprender técnicas y competir, a niveles más elevados, es mayor”. Sus intenciones se centran en instalarse en Estados Unidos, en cuatro años más, porque está convencida de que desde allí será más fácil presentarse a los Juegos Olímpicos. Su padre es el que más la apoya, dado que conoce el esfuerzo que realizan los deportistas y en su época de estudiante también se vinculó a varios deportes. “Es un orgullo enorme ver a mi hija en las instancias finales de las competencias de las que participa. Con mi esposa aprobamos todas sus decisiones y si ella desea migrar en pos de su sueño, que se cumpla”, sentencia el padre sin titubear.
Texto || dbattilana@abc.com.py