Un bohemio purahéi

Con un caudal inagotable de carisma y sencillez, la cantante paraguaya, vocalista junto con Miguel Narváez, de Purahéi Soul, vive uno de los mejores momentos en su andariega búsqueda por afianzarse en el ámbito musical.

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Llena de proyectos y futuros desafíos con el grupo, los enfrenta todos con las ganas inquebrantables de seguir cautivando con su voz. El año que pasó y el actual parecen ser cruciales para la carrera de Jennifer Hicks. Tras el concierto que dio con Purahéi Soul en diciembre de 2014, con más de 400 personas ovacionándolos, se avecinan expectativas de mayores aciertos. Hoy conoceremos un poco más de ella y el camino que ha transitado hasta posicionarse como una de las figuras emergentes de la música nacional.

¿A qué edad y cómo iniciaste tu carrera? En mi familia hay mucha música; mi papá es un bohemio y siempre nos inculcó el arte. En la escuela y el colegio también cantaba.

De tus logros, ¿recordás uno que haya marcado tu vida tanto y, sobre todo, tu carrera? Recuerdo que cuando tenía 11 años tomé clases con Diana Barboza. Me invitó a cantar dos temas en un homenaje a don Agustín Barboza, su padre, y don Augusto Roa Bastos. Después de la presentación, ambos me saludaron y fue muy importante ese momento para mí.

Viajaste mucho. ¿Dónde estuviste, qué fue lo más lindo y lo más difícil de esa experiencia? Siempre, lo más difícil es separarse de los afectos, el techaga’u. El gusto por los viajes y conocer otras culturas son de familia. Lo más lindo es aprender de las diferencias. Viajamos con frecuencia debido a la profesión de mi padre. Vivimos en España, Bolivia y Argentina. De grande, decidí quedarme un tiempito en Brasil para ver qué surgía con la música. Viví durante casi un año en Francia y, de paso, visité Suiza, Londres, Gales, hasta que terminé pasando tres meses en Dubái. De esa manera, fui buscando mi camino y reafirmando mi identidad.

Tu selección de canto es bastante amplia, desde jazz, soul, blues, incluso el folclore, fusionados entre sí, y otros géneros. ¿Sentís predilección hacia alguno en particular? Para mí, la música no tiene límites y, como ejercicio, trato de escuchar cuanto me sea posible para enriquecer el oído. Siento que el folclore latinoamericano (nacional y brasileño) y el afro, latente en el blues y el soul, son los que más influyeron en mí.

De todos los exponentes del estilo musical que te gusta, ¿quiénes son tus principales referentes? y ¿a quiénes admirás? A Mercedes Sosa, por su militancia y mensaje, y Ray Charles, por los estilos que abarcó. Les rezo también a Billie Holiday y Ella Fitzgerald, por sus formas únicas de interpretar.

¿Cómo se formó esta dupla musical tan fuerte que tenés con Miguel Narváez en Purahéi Soul? Nos conocimos en un seminario de jazz. Enseguida experimentamos una química especial y nos conectamos. Creo que cada uno en su esencia admira cosas del otro y así nació este equipo. En mi corazón guardo el momento exacto en el que Migue y yo decidíamos conformar el dúo y empezamos a jugar con palabras hasta que encontramos el nombre perfecto: Purahéi Soul. Con mucho amor y respeto, desde un primer momento decidimos que queríamos dar lo mejor de lo mejor al proyecto.

¿Cuál es tu relacionamiento con él, como vocalistas y líderes de la banda? Somos hermanos de camino y compañeros de viaje. Nos complementamos con nuestras diferencias y nos equilibramos juntos.

La mayoría de los miembros de la banda se acoplaron en 2014. ¿Impactó esto en la dinámica grupal? Yo creo que hoy Purahéi Soul es lo que es gracias a las maravillosas personas que se sumaron al proyecto: Wilson Santos, baterista y percusionista; Paula Rodríguez, en el contrabajo y bajo; Mar Pérez, en la trompeta, y Alejandro Ledesma, en violín y viola. Somos casi una familia, compartimos bastante tiempo, y la verdad es que nos queremos mucho. Me siento orgullosa de integrar esta familia.

El concierto de fin de año que dieron semanas atrás fue un avasallante éxito. ¿Cómo describirías esa experiencia con tus compañeros? La emoción de todos nosotros fue increíble; estamos demasiado agradecidos con el público que asistió, con los medios que nos apoyaron para promocionarlo y los colegas artistas que nos tiraron magia con su buena onda… en especial con Xenia Kent, nuestra mánager y productora.

¿Qué materiales han lanzado, piensan presentar algo este año o emprender alguna gira? Lanzamos un disco en noviembre de 2014 y subimos el contenido a todas las plataformas digitales. Pueden buscarlo como: Canciones Navideñas-Purahéi Soul. Estamos trabajando en la preproducción del disco, que planeamos que salga este año, con temas propios y algunos covers.

Hay un auge de grupos, de diferentes estilos y para todo público. ¿Qué evaluación hacés de la competencia, si es que la hay? Yo sostengo que la competencia es saludable porque genera una situación de automejora constante. Este es un momento propicio para el arte nacional en general y para la música en especial. Creo que tenemos la responsabilidad de seguir trabajando en la construcción de una industria seria y rica en diversidad.

No cabe duda de que luego de tantos años buscando su camino, como ella misma refiere, a Jenni le espera un futuro exponencial, que ya se materializa en el presente. Con sus aptitudes y calidad interpretativa, que toman de las manos a su sencillez como persona, no parece haber nada que la detenga. “Soy bastante normal, creo. Me gusta escuchar AM y tomar mate en mi casa, soy muy despistada, disfruto de la diversidad de afectos que tengo y trato de ser agradecida”, finaliza la artista.

Fusión de géneros

En su estética musical, Purahéi Soul presenta una amalgama con predominio de folclore y soul.

Sobre la segunda mitad del siglo XX, la popularidad del soul creció en los Estados Unidos, especialmente en el Sur, escenario de grandes conflictos raciales. De origen africano, se desprende del gospel y el blues, ambos muy melancólicos, con letras incluso lacerantes, que evocan las arduas jornadas en los cultivos y el sometimiento de los esclavos, que cantaban al sol y de noche tocaban clandestinamente. Tras el fin de la esclavitud, el blues tomó otros sesgos, sin perder su esencia. Con la trompeta, el violín y otros instrumentos, nace el soul, rama del blues. Louis Armstrong, Ray Charles, Billie Holliday y Janis Joplin fueron algunos de sus representantes.

Años atrás, en fiestas del restaurante Vertúa o clubes capitalinos, se disfrutaba del soul, que aún integra el repertorio de La Retro Band y The Classics, grupos locales.

El folclore nacional e internacional que interpreta Purahéi Soul abarca la diversidad en estructuras rítmicas y melódicas de cada región.Comparten la nostalgia y dulzura de la guarania y la zamba argentina, pero también la alegría de la polca paraguaya, la samba brasileña y la cumbia colombiana.

Texto carlos.canete@abc.com.py

Peinó y maquilló Falu Santander || Indumentaria femenina Serendipity || Locación Bar Barbarella || Agradecimientos Tasha López Moreira

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