Cargando...
Apasionada por la vida, la naturaleza y los desafíos, su positivismo no solo irradia alegría, sino que, además, la llevó a enfrentarse a un sinfín de retos.
En su haber como deportista se pueden destacar numerosos galardones, medallas y reconocimientos, tanto a nivel nacional como internacional, pero, entre estas, se distingue su última proeza: la Ultra Trail du Tour du Mont-Blanc 2018.
El evento, llevado a cabo en la cordillera de Los Alpes, alcanza su cumbre máxima en el Mont Blanc, a 4810 msnm. En esta edición, además de Tania –quien logró posicionarse en el puesto 37 a nivel mundial y en tercer lugar en Sudamérica– también fueron parte otros deportistas paraguayos, como Rocío Rabery, Natalia Gómez, Iván Doutreleau, Mario Marmori , Juan Gómez, Andrés Canese y Alejandro Suehsner.
¿Cómo inició tu incursión en los deportes?
Empecé con natación en el club Acuario, cuando apenas tenía tres años. En ese lugar arrancó mi vida deportiva, que si bien inició por una recomendación médica –soy sumamente alérgica–, con el transcurso de los años se convirtió en uno de los pilares fundamentales de mi vida.
No te limitás a una sola modalidad, sino que practicás varios deportes, ¿por qué?
Sí, pasé por varios deportes, como la natación, triatlón, carreras de aventura –que sigo corriendo– y, ahora, las ultra trail, porque me encanta ver hasta qué punto puedo llegar. Además, disfruto mucho de los desafíos. Aunque tenga más facilidad en uno que otro deporte, a cada una de las modalidades les pongo muchísimo empeño.
Deportes de alto riesgo, ¿te tocó en algún momento afrontar una situación límite en competencia?
Sí, varias. Hace un par de años, por ejemplo, fui partícipe del tradicional cruce del río Paraná, una competencia de aguas abiertas, en la cual ocho personas perdieron la vida. Así como esa, tengo varias anécdotas de experiencias muy fuertes. Considero que ser una corredora de aventura o ultra trail te lleva, de por sí, a vivir experiencias duras, pues se tratan de deportes de alto riesgo, en los que todo está al límite (clima, geografía, naturaleza), y en los que se llevan al cuerpo y la cabeza al extremo por la cantidad de horas sin dormir, los obstáculos que se deben superar y la acumulación de cansancio. Se siente muchísima adrenalina al correr en una montaña, al lado de un precipicio con nieve, temperaturas bajo cero y poquísima visibilidad. Eso me pasó en la Ultra Trail du Tour du Mont-Blanc, pero, en todo momento, mi mayor objetivo era ir rápido para no morir de hipotermia allá arriba (risas).
¿Fue la primera vez que participás del UTMB?, ¿cómo resumís esa experiencia?
Fue la primera vez para mí, así como para los atletas compatriotas, Rocío Rabery, Natalia Gómez, Iván Doutreleau, Mario Marmori y Juan Gómez, mientras que otros, como Andrés Canese y Alejandro Suehsner, ya habían tenido la experiencia en años anteriores. Fue una prueba increíble, en la que recorrimos 170 km con 10.000 m de desnivel positivo acumulado. Durante la competencia, que se desarrolló en la cordillera de Los Alpes, con largada y llegada en la ciudad de Chacomix, tuvimos la posibilidad de pasar por Francia, Suiza e Italia.
Fuiste la mejor posicionada entre los atletas paraguayos e, incluso, a nivel de Sudamérica.
Sí, hice 36 h de carrera; cuatro horas menos de lo que habíamos planificado con mi equipo de trabajo. Esto me permitió ubicarme en el puesto 37 a nivel mundial y tercera en Sudamérica entre más de 2600 corredores. Cada etapa fue única y todo un desafío, pues en ningún momento paramos de subir. Traté de enfocarme en cada una, y disfrutar y agradecer la oportunidad de representar a mi país en esto que tanto amo. Aunque estoy muy satisfecha con el resultado y motivada para trazarme más objetivos cada vez más altos, creo, sin embargo, que aún me falta muchísimo por mejorar y trabajar.
¿Fue el UTMB tu mejor experiencia a la fecha?
Sin lugar a dudas. Aunque se siente bien estar entre los mejores del mundo, no todo radica en el resultado, pues también se valora mucho ser parte de la mayor competencia de ultra trail a nivel mundial. Todo fue maravilloso, desde la organización hasta el trazado y los paisajes, además de compartir con compatriotas y amigos.
¿La altura afectó más de lo esperado o fue otro factor el más dificultoso durante competencia?
Particularmente, no sentí la altura, pero cada cuerpo es diferente, ya que el factor que más me afectó fue el clima, que según la organización fue el más duro de los últimos años. Resultó difícil correr a 2500 msnm con -10 ºC, mojada, con nieve alrededor, al lado de un precipicio y donde no lograba ver a más de cinco metros por la escasa visibilidad. Otros inconvenientes que debí afrontar en la carrera fueron los problemas estomacales a partir del km 120, momento desde el cual no pude siquiera tomar agua, pues vomitaba constantemente. Siempre pueden pasar imprevistos similares en estos tipos de carreras, pero lo único que resta es buscar la mejor manera de sobrellevarlos y seguir trabajando para mejorar.
¿Ya estás pensando en correr el siguiente año?
Sí, creo que habrá muchísimos años más de ultra trail en mi vida; todavía soy muy joven para esta disciplina. Además, en abril del próximo año tengo una carrera de fecha mundial de 170 km en la Argentina, así que desde ahora ya me estoy enfocando nuevamente para encarar esa competencia de la mejor manera.
Tomando en cuenta que el Paraguay no cuenta con la geografía adecuada, ¿cómo afrontás los entrenamientos para este tipo de competencia?
En mi caso cuento con un equipo de trabajo con el cual nos enfocamos en pulir cada aspecto (Rochi Abente, nutrición; Paloma Tami, yoga; Diego Ruiz Díaz, preparador físico, y la clínica My Life para mi recuperación). Como en el Paraguay no contamos con montañas, hice mucho hincapié en los trabajos de fortalecimiento, y el gimnasio fue clave para ganar fuerza y evitar lesiones. Entre semana, constantes series de cambios de ritmo y largas horas de escaleras y, los fines de semana, traslados al interior del país. El cerro Tres Kandú se convirtió en mi segundo hogar, ya que allí realizaba 6 h de entrenamiento en un día y otras 10 h más al día siguiente. Fue duro, pero hermoso el proceso. La suma de los pequeños detalles bien hechos son los que marcan la diferencia.
Portando la bandera del Paraguay desde hace varios años, su paso deportivo no solo va dejando surcos, sino que, además, establece un futuro prometedor para el deporte nacional.
Tania Sapoznik
Licenciada en Administración de Empresas por la Universidad Católica de Asunción, se destaca como una polifacética atleta, y ostenta la posición 37 a nivel mundial y tercera en Sudamérica, en la Ultra Trail du Tour du Mont-Blanc 2018.
Clasificación
En cada edición, para ser parte de la Ultra Trail du Tour du Mont-Blanc, se debe pasar por un proceso de clasificación, lo que hace que no todos los atletas puedan ser parte de la largada de este evento mundial. En el caso de los competidores paraguayos, la sumatoria de 15 puntos en la ITRA (International Trail-Running Association) fue acumulada en tres carreras realizadas durante el 2016-2017, lo que habilitó a cada uno a entrar en un sorteo de participación.
Fotos: Silvio Rojas, gentileza