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Partamos hoy del orden de precedencia y el tratamiento asignado a las autoridades eclesiásticas así establecidos:
- Papa: su santidad, santo padre, sumo pontífice.
- Cardenales: eminencia, eminentísimo señor.
- Patriarcas: honra concedida a ciertos obispos. Existen cuatro patriarcas en el mundo: en Jerusalén, Alejandría, Antioquía y Goa, en la India.
- Arzobispos: su excelencia, señor arzobispo.
- Obispos: señor obispo o monseñor.
- Prefectos apostólicos: designados para territorios de misión.
- Vicarios apostólicos: excelentísimo señor.
- Sacerdotes: padre, reverendo o reverendo padre.
- Nuncios: representan al papa en los distintos países. En donde existe el concordato, son nombrados decanos del Cuerpo Diplomático.
Papamóvil
Es el nombre del vehículo adaptado para las apariciones públicas del papa. El primer prototipo se creó ante el arribo de Juan Pablo II a Irlanda, en 1979. Posteriormente, los diseñaron otros fabricantes de automóviles; a veces, específicamente para una visita puntual.
Respecto al vehículo asignado a Francisco durante su estancia, el sello automotriz Automotor SA divulgará los datos atinentes casi a último momento, debido a que el tema reviste carácter "delicado".
El Estado de la Ciudad del Vaticano es un ente soberano de derecho público universalmente reconocido, que dispone de bandera propia e himno oficial.
Himno oficial
La música del actual himno pontificio se articuló para el aniversario de la coronación del papa Pío IX. Por disposición de Pío XII, fechada el 16 de octubre de 1949, esta composición musical es la Marcha Pontificia, autoría del encumbrado artista francés católico Charles François Gounod (1818-1893), célebre por piezas, como la ópera lírica Fausto y el Ave María. Hoy, el Himno Pontificio de Gounod, globalmente conocido, es interpretado por la banda civil en ocasiones estatales solemnes, como ceremonias presididas por el sumo pontífice o un delegado suyo. No obstante, este no puede ser considerado himno nacional.
Bandera del Estado de la Ciudad del Vaticano
Se trata de un paño dividido en amarillo, por el lado del asta, y blanco, en cuyo centro se visualizan las llaves entrecruzadas con la tiara superpuesta. El asta arematada a una punta de lanza adornada contiene una escarapela a tono con los colores de la bandera y una franja dorada.
Escudo del Estado de la Ciudad del Vaticano
Lo conforman las llaves entrecruzadas sobre las que va la tiara con el rojo de fondo. La simbología ha sido extraída del Evangelio y representa las llaves entregadas por Cristo al apóstol Pedro. Los emblemas son rojos, con las dos llaves en forma de cruz de san Andrés; una de oro y otra de plata, con paletones en lo alto, apuntando a los lados del escudo. De las empuñaduras penden dos cordones con cintas usualmente rojas o azules. Por encima del escudo va la tiara, de la que se suspenden dos cintas, cada una decorada con una cruz patada o paté.
Sello del Estado de la Ciudad del Vaticano
Círculo: es la parte central que lleva las llaves entrecruzadas y dispuestas bajo la tiara, enmarcadas en cuatro circunferencias concéntricas, cuyo externo con perlas, de dos en dos, encierra el epígrafe: “Estado de la Ciudad del Vaticano”, con el principio al final en la zona inferior, separados por la estrella centrada con ocho puntas.
Escudo de su santidad
En los rasgos esenciales, Francisco decidió conservar su escudo anterior, elegido desde su consagración episcopal y de una sencillez lineal. Adicionalmente, en el escudo azul se localizan los símbolos de la dignidad pontificia, como los que quiso su predecesor, Benedicto XVI (mitra entre llaves de oro y plata, entrelazadas por un cordón rojo). En lo alto se distingue el emblema de la orden de procedencia del papa, la Compañía de Jesús: un sol radiante y llameante con las letras IHS, monograma de Cristo, rojas. Superpuesta a la “H” se advierte una cruz, con los tres clavos negros en la punta. Por debajo, se contempla la estrella y la flor de nardo. Conforme con la antigua tradición heráldica, la estrella personifica a la Virgen María, Madre de Cristo y la Iglesia; mientras que la flor de nardo alude a san José, patrono de la Iglesia universal. En la tradición iconográfica hispánica, san José es idealizado a través de un ramo de nardos en las manos.
Incluyendo estas imágenes en su escudo, Francisco desea exteriorizar su particular devoción hacia la Virgen Santísima y san José.
Díxit: “Nunca tendrás un mejor mañana, si siempre estás pensando en el ayer. Recuerda: pasado pisado y presente de frente”, papa Francisco.
Fuente bibliográfica: Oficina de Prensa de la Santa Sede, Estado de la Ciudad del Vaticano (protocolo.org).