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“Son mis amigas”, es la respuesta de Adriana cuando le consultamos sobre quiénes son las retratadas en sus cuadros. La creación, resultado de un proceso, está inspirada en mujeres luchadoras, que pasaron por mil y una adversidades, pero supieron levantarse y, con la frente en alto, seguir caminando. “Me inspiré en mujeres que me rodean: en mis amigas, en mi mamá, en mi abuela, en mis tías... Yo, por ejemplo, no me casé, no tuve hijos ni me divorcié ni volví a casar; mis amigas sí. Yo las miro y digo '¡Guau!, son minas de fierro'. Después de los problemas que tuvieron que enfrentar, pudieron reponerse”. Esa visión de Adriana, no solo aprecia la fortaleza y el coraje de sus amigas, sino, también, admira ese detalle tierno en cada una de ellas. “Ese toque femenino y delicado se combina a la perfección con la fuerza que tienen las mujeres. Por eso llamo a esta colección de cuadros Superhadas”, explica.
Resultado de un proceso
Adriana cuenta que sus inicios en el mundo del arte se remontan a su niñez, cuando dibujar era solo un pasatiempo, una diversión. Esa pasión que despertaba en ella fue creciendo, por lo cual decidió dedicarle más esfuerzo y tiempo. En el colegio Las Teresas optó por seguir el bachillerato técnico en Diseño Gráfico y Publicidad. Más tarde, eligió la carrera de Arquitectura.
En el año 2002 presentó su primera colección de dibujos en su facultad, a la que llamó Perfil de ciudades, en la que mostraba metrópolis imaginarias, abarrotadas de edificios fantasiosos. “Estos eran parecidos a las obras del arquitecto español Antoni Gaudí”, indica.
Años más tarde, “por esas razones de la vida que muchas veces no es posible de explicar”, dice, se reencontró con el artista Osvaldo Camperchioli, quien la invitó a participar de los talleres de pintura que dictaba. Adriana cuenta que a partir de aquellas clases comenzó a jugar con los colores y a pasar del papel y la tinta china al lienzo, pinceles y colores. “Osvaldo es el único tutor que tuve. Digo tutor porque él más bien me asesoraba y ayudaba a plasmar en el lienzo lo que siento; y único, porque me considero más bien autodidacta”, señala. Con las nuevas armas en mano, se propuso pintar a sus amigas y mostrar, a través de las miradas, la lucha diaria de ellas. La colección Mujeres Superhadas está en exhibición en el Paseo de las Artes de la galería de Verónica Torres, local 26, planta baja, del Mariscal López Shopping. Estará disponible al público por todo el mes de mayo.
Texto jose.riquelme@abc.com.py