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Cabe mencionar que la definición de miedo, desde el punto de vista psicológico, es el temor que se tiene a enfrentarse a sí mismo.
Los miedos, según como sean administrados y tramitados por cada quien, pueden ser elementos que colaboren en la construcción de grandes iniciativas, pero también pueden obstaculizar e interferir de forma importante en el desarrollo de la cotidianeidad de las personas y de los grupos humanos, tal como lo explica la licenciada Diana, quien al clasificar los miedos, indica que existen algunos que son genéricos en el ser humano, y que pueden tener distintas intensidades y formas, tomando en cuenta las edades en las que aparecen y el estado general de salud mental del individuo que los siente.
Dando continuidad al tema, la profesional comenta sobre algunos miedos comunes y básicos a hombres y mujeres, independientemente a su edad. Así menciona el miedo a no ser querido o aceptado por las personas afectivamente significativas para uno, miedo al dolor y al sufrimiento, miedo a morir o a que se mueran los que amamos, miedo a sentirse abandonados y miedo a la soledad.
EN LAS MUJERES
Sin embargo, tal como lo indica la licenciada Diana, cuando se trata de la población femenina, hay otros miedos que pueden aparecer con más frecuencia, aunque no son precisamente exclusivos de este sector. Entre los miedos que cita la psicoterapeuta se cuentan:
* Miedo a no ser suficientemente querida por su pareja, familia y amigos.
* Miedo a no ser atractiva.
* Miedo a no cumplir con los roles tradicionales asignádoles por la cultura (en la cultura latina por ejemplo: ser buena ama de casa y madre).
* Miedo a crecer y hacerse mujer (en el caso de las niñas y púberes).
* Miedo a envejecer y enfrentar su cuerpo marcado por el paso de los años.
* Miedo a no ser aprobada socialmente (incluyendo los desafíos laborales).
* Miedo a quedarse sola (divorcios, separaciones, muerte de pareja o familiares).
* Miedo a no creerse capaz de enfrentar los desafíos del fenómeno del nido vacío (no encontrar un sentido a su vida independiente al de sus hijos y/o familia que en un momento determinado dejan de necesitarla).
La lista puede ser más larga, pero sin duda aquí influyen mucho la cultura y los valores sociales respecto de cómo se entiende la feminidad en cada cultura. Asimismo, va a influir la historia personal de la mujer, la particularidad de sus vínculos afectivos, los recursos con los que cuenta para enfrentar esos miedos.