¿Sol? No, gracias

La piel bronceada que fascina no es la más sana, y lo peor es que mientras más joven es la persona, acumulará a lo largo de su vida el factor de riesgo que proviene de los rayos del sol. Como si todo esto fuera poco, también envejece con indeseables arrugas.

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Los dermatólogos dieron la voz de alerta sobre los horarios en que es mayor el daño que produce el sol a la piel: entre las 10:00 y las 16:00. En esas horas es mejor no exponerse a los rayos ultravioleta. Hay que usar cremas protectoras adecuadas y cubrir nuestra piel, no solo en la playa, sino siempre que estemos al aire libre. “El control periódico por parte de un dermatólogo y el autoexamen de la piel son fundamentales para el diagnóstico precoz de lesiones premalignas o malignas”, recuerda la doctora Judith Villalba de González, dermatóloga. Agrega que también es importante mencionar a las fuentes de iluminación artificiales como los fluorescentes, que podrían producir manchas en el rostro. “Las radiaciones solares son factores físicos ambientales que afectan a las capas superficiales y profundas de la piel. Los cambios visibles son el envejecimiento prematuro y la formación de arrugas”. La profesional afirma que los rayos denominados UVA aceleran en un 80 % el proceso de envejecimiento de la piel y aumentan el riesgo de padecer cáncer de piel a largo plazo. Por ello, aconseja “evitar los efectos dañinos del sol con cremas y lociones protectoras frente a las radiaciones UVA y UVB que contengan filtros solares con factores físicos, químicos y biológicos”.

¿Cómo es un protector ideal?

“Un fotoprotector debe ser hidratante y proteger las pieles delicadas y sensibles frente a los efectos nocivos de la radiación UVB y UVA; la luz visible y la radiación infrarroja”. Esto significa que “sus filtros físicos, químicos y biológicos deben absorber y reflejar las radiaciones, ejerciendo además una acción antioxidante”. Dicho de la manera más sencilla: “Deben formar una película protectora adherente y no grasa que prevenga los daños producidos por el sol”. Además, explica que los filtros solares son agentes químicos que absorben la radiación UV y que los bloqueadores son agentes que reflejan la luz solar; estos brindan una protección adicional frente a los efectos nocivos de la radiación solar. “Su función es prevenir las quemaduras y los cambios degenerativos por estrés oxidativo de la piel”.

Fototipo

Para la correcta elección de un filtro solar, se recomienda considerar el tipo de piel, también conocido como fototipo, la edad y el tiempo de exposición. Fototipo 1: piel clara, ojos azules, cabellos rubios. Siempre enrojece, nunca se broncea. Fototipo 2: piel blanca, ojos y cabellos castaños claros. Casi siempre enrojece y se broncea poco. Fototipo 3: piel blanca, ojos y pelo castaño oscuro. Se enrojece poco y casi siempre se broncea. Fototipo 4: piel trigueña, pelo y ojos oscuros; rara vez enrojece, se broncea siempre. Fototipos 5 y 6: piel morena o negra, nunca se quema. Los fototipos 1 y 2 deben usar filtros solares con fotoprotección solar 30-40-50, mientras que los fototipos más pigmentados pueden utilizar factores más bajos, particularmente después de exposiciones graduales a la luz solar. Los adultos con pieles tipo 1 o 2 (rubios blancos) usarán filtros con FPS 35 o mayor. Los adultos con pieles tipo 3 o 4 (morenos u oscuros) requieren filtros con FPS a partir de 25.

mirtha@abc.com.py

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