Cargando...
La filosofía de este movimiento religioso se basa en el deseo de compartir una vida plena de alegría y felicidad, según nos comenta Laura Watanabe, fiel de esta iglesia. Con respecto a la boda Tenrikyo, explica que los novios utilizan los vestidos tradicionales japoneses. “La novia viste el kimono y el novio el montsuki (vestimenta negra formal, con el escudo de la familia) o haori –que quiere decir chaqueta– y hakama (pantalón largo con pliegues). Suelen lucir la vestimenta negra porque este color no se tiñe con otros y además significa fidelidad. No obstante, la elección queda a criterio de los novios y de la familia”, comenta.
Laura indica que el lugar sagrado de Tenrikyo para la unión conyugal se llama Kyosoden o santuario de Oyasama, situada en la sede de la iglesia en la ciudad de Tenri, Prefectura de Nara, Japón. “Yo me casé en la iglesia llamada Centro de Tenri, en Capiatá”, señala.
Según Watanabe, el ritual se inicia con la reverencia al Dios Padre-Madre, de nombre Tenri-O-no-Mikoto, a la madre Oyasama –fundadora de Tenrikyo, Miki Nakayama– y a los difuntos. “Luego, el maestro de la ceremonia lee la oración frente al altar del Dios. Seguidamente, los novios reciben el sake sagrado (vino japonés hecho de arroz) para la consolidación matrimonial. Se toma tres veces porque en nuestro país este número es de buen augurio, y simboliza el cielo, la tierra y la persona. El intercambio de los anillos es opcional. Posteriormente, el novio presenta juramento frente al altar. Al finalizar, se celebra el servicio sagrado, otsutome, agradeciendo a Dios y pidiendo la protección duradera”, comenta.
CEREMONIA
Laura Watanabe contrajo nupcias con Wataru Yamanaka. La celebración tuvo lugar en la iglesia Centro de Tenri, ubicada en Capiatá. En aquella ocasión, la novia lució un kimono con mangas largas confeccionado con la mejor seda, y adornado con bordados de colores y brillantes, destacándose los motivos florales (sakura, la flor de Japón). El novio, por su parte, vistió el kimono masculino con el haori y el hakama. Además, la pareja utilizó accesorios para acompañar la vestimenta, como el geta –chanelas de madera– y los tabi –calcetines o medias tradicionales que separan el dedo pulgar del resto para calzar el geta–. La dama brilló con el tocado tradicional que acompañó al kimono. Al finalizar la ceremonia, los padres de los recién casados presentaron a sus respectivos miembros de la familia que llegaron de Japón y Brasil.
Texto jose.riquelme@abc.com.py