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Sin siquiera percatarnos, diariamente manipulamos objetos que, si bien son constantemente útiles, necesarios y hasta imprescindibles como herramientas de trabajo o dentro del hogar, son antihigiénicos y se convierten en verdaderos focos de infecciones de todo tipo.
El torbellino de las actividades sociales, laborales, deportivas y familiares con las cuales debemos cumplir nos distraen, casi ni somos conscientes de que aquellos elementos cotidianamente presentes a nuestro alrededor son los que se infectan con mayor facilidad, y no siempre somos conscientes de ello.
Si no cultivamos el hábito de la limpieza, el contacto diario con determinados artículos puede generar la aparición de enfermedades e infecciones. Los gérmenes, virus y bacterias sobreviven durante horas en la superficie.
El doctor Vladimir Vidal, especialista en Medicina Interna, nos ayudó a elaborar una nómina de 10 artículos que todos los días pasan por nuestras manos como si nada, artículos a los que ni les prestamos atención. Sin embargo, están repletos de suciedad.
Contaminación
Dispositivos móviles táctiles. Estudios recientes detectaron que hasta un 92 % de las pantallas de celulares albergan bacterias y virus. A veces, incluso se presentan porcentajes superiores a los que habitualmente concentra un baño, pudiendo desencadenar la evolución de graves enfermedades.
Control remoto. De uso frecuente entre varias personas de la misma casa, suele ser manejado en medio de la ingesta de alimentos o después de haber acariciado a las mascotas. Así, es posible que el control a distancia se encuentre muy contaminado debido al constante manoseo.
Carritos de supermercados. Pueden conservar más bacterias que un baño público, ya que contienen hasta un millón de ellas, aunque no dimensionemos los eventuales riesgos subyacentes. De acuerdo con una investigación realizada por el Centro de Control y Prevención de Enfermedades, de los Estados Unidos, los carritos del súper ocasionan 76 millones de afecciones al año en ese país, de las cuales 325.000 requieren hospitalizaciones y unas 5000 terminan en fallecimientos.
Cajeros automáticos. Manejados a diario por centenares de usuarios que pulsan con sus dedos los mismos botones. Los cajeros se convierten en una poderosa fuente de gérmenes patógenos.
Teclados de computadora. Infestados hasta por 30.000 bacterias por cm2, incrementan el riesgo en caso de ser compartido por varias personas, en oficinas y lugares de trabajo.
Carta de bares y restaurantes. No suelen limpiarse con frecuencia, por lo que son portadoras y transmisoras de todo tipo de gérmenes. Recordemos este aspecto cada vez que ordenemos los pedidos gastronómicos.
Dispensadores de condimentos. Son compartidos por clientes de muchos restaurantes, que pocas veces los higienizan.
Dinero. Es usual pasarlo de mano en mano, por lo que se constituye en el potencial portador de contaminación patógena causante de infecciones.
Escritorios. Sobre todo en las oficinas, estos pueden albergar un incalculable volumen de agentes patógenos.
Cama. Las sábanas y almohadas también se suman a los focos de infección, generalmente invadida de ácaros, saliva y piel muerta descamada. Estos desechos transfieren enfermedades y ocasionan episodios alérgicos que aumentan con los años de uso, pero a bajo riesgo.
Texto dbattilana@abc.com.py