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Tras varios cuestionamientos de parte de su familia, Maru –como la conocen todos– decidió replicar un atrevido y moderno emprendimiento como lo es el alquiler de vestidos. No fue sencillo, pero un capital inicial de G. 20 millones, que logró a través de un préstamo, fue la inversión inicial de lo que actualmente ya es un floreciente emporio en Asunción.
Enfocados a la mujer que sabe lucir y gusta de la elegancia, los vestidos de Efecto Cenicienta son traídos desde el exterior o adquiridos en nuestro país de reconocidas marcas y diseñadores nacionales. Estos pueden ser arrendados para cualquier tipo de evento o acontecimiento, contando siempre con el asesoramiento y atención personalizada que ofrece la tienda.
Luego de cinco años en el mercado local, Efecto Cenicienta no solo ha ganado clientela, sino también relevancia en un país en el que, muchas veces, los sueños no tienen cabida. Maru nos relata cómo inició un negocio próspero, y revela algunos de sus proyectos a corto y largo plazo.
¿Cómo se inicia un emprendimiento vanguardista como el alquiler de vestidos de fiesta?
La idea nació cuando me encontraba cursando una Maestría en Administración de Empresas en el Tecnológico de Monterrey, México, y muy cerca existía una tienda de alquiler de vestidos de fiesta. En el Paraguay estaba harta de trabajar para otros, ya que lo más habitual es capacitarse y no ser valorada; aquí nadie te reconoce el hecho que tenga una o cinco maestrías, porque la paga es igual. Esa situación es agotadora y agobia. En mi intención nunca estuvo dejar mi país, por lo que la opción de replicar la idea de alquileres de vestidos me pareció interesante. Mi esposo, José, me incentivó para concretar el negocio y, como soy licenciada en Marketing, realice unos trabajos de investigación de mercado para analizar las fortalezas y debilidades del emprendimiento.
¿Fue difícil dar forma al negocio?
Siempre cuesta mucho emprender. Mi propia familia no me apoyaba, no quería que deje un puesto seguro como gerenta de Marketing en una cooperativa por un sueño. Cuando me decidí, mi mamá creyó que estaba loca (risas). No tenía un respaldo financiero; saqué un préstamo de G. 20 millones para abrir las puertas de Efecto Cenicienta.
En cuanto a los gustos, ¿cómo fuiste complaciendo el mercado?
La gente me fue marcando las pautas con recomendaciones de lo que me faltaba, como los vestidos de talle grande, que siempre son un problema a la hora de vestir. Fue así que me centré en ofrecer esas prendas que no se encuentran en cualquier boutique y empecé a traer talles grandes del exterior. Ese detalle es uno de los pilares que sostiene el negocio. También concreté la creación de vestidos de fiesta con reconocidos diseñadores nacionales.
¿Qué tipo de vestidos alquilan?
Ofrecemos una muy amplia variedad de diseños de todos los estilos; es decir, todo lo que es tendencia actual en vestidos de fiesta de acuerdo a la estación del año. Además, cada temporada renovamos los diseños. Alquilamos vestidos largos y cortos, de fiesta y sport, desde talles pequeños hasta XXL e, incluso, talles especiales. También contamos con el alquiler de vestidos para embarazadas, novias, quinceañeras y fiestas de egreso. Cubrimos las necesidades de todo tipo de mujer, que hoy en día tiene múltiples eventos y escaso tiempo. Existe una altísima demanda en el Paraguay con relación a la vestimenta.
¿Efecto Cenicienta se especializa en un tipo de clientela?
No. Me gusta vestir a todo tipo de mujer, porque de cada una, sin importar la figura ni la edad, intento resaltar lo mejor. Me gustan las mujeres seguras de sí, fieles a su estilo y que saben llevar con elegancia mis prendas. Vivimos en una época en la que la mujer dispone cada vez de menos tiempo para ella misma, así que la opción de alquilar y cambiar siempre de vestido le encanta.
La alta costura no siempre es accesible. ¿Desde qué precio se encuentran opciones?
La alta costura nunca fue accesible; sin embargo, quien tenga estilo propio y buen gusto no necesita gastar mucho. El secreto está en saber elegir las prendas de acuerdo a lo que favorezca a cada una; razón por la que en las tiendas contamos con personal calificado para el asesoramiento. En Efecto Cenicienta nos destacamos por la atención personalizada y el asesoramiento constante en nuestros tres locales, para que toda mujer refleje feminidad, elegancia, glamour y buen gusto a un precio justo. Con relación a los costos, los vestidos cortos se encuentran desde G. 150.000, largos desde G. 250.000 y los diseños de novia, 15 años o colación desde G. 350.000. Sin embargo, el precio siempre depende del modelo que se elija.
¿En qué consiste esa atención personalizada y asesoramiento?
Es muy importante la prueba de vestidos y siempre le ayudamos a elegir el adecuado según el acontecimiento al que va a asistir. Le asesoramos, además, tomando en cuenta ciertos factores, como la edad, el peso, el color de piel, las partes del cuerpo que debe disimular o resaltar.
¿Cuál es el proceso de alquiler?
Cada vestido es entregado listo para lucirse y debe ser devuelto en un periodo máximo de 48 h. Como nuestras prendas tienen un tratamiento de mantenimiento especial, deben ser regresados a nuestra tienda sin lavar. El costo de la tintorería ya está incluido en el precio del alquiler. Así también, el cliente, mediante un contrato de alquiler, se compromete al cuidado de nuestro vestido; en el documento está todo debidamente especificado. En el caso de que el vestido haya sido dañado de algún modo, se cobra un pequeño monto para la reparación. Además, se debe resaltar que, para evitar apuros, lo recomendable es reservar el vestido con anticipación. En ese caso se debe abonar el 100% del alquiler en el momento de la reserva.
¿Está en la intención ampliar el negocio hacia el sector masculino o infantil?
Como proyecto personal está en planes abrir una tienda independiente de Efecto Cenicienta, enfocada exclusivamente al alquiler de prendas para niñas, para bautismos, primera comunión, fiestas de cumpleaños y otros acontecimientos.
¿Expandirse hacia el interior está en los planes?
Hoy el día, franquiciar la marca es un boom que están aplicando varios negocios, pero este proceso, muchas veces, desprestigia el nombre de la empresa, por lo que es un tema muy delicado. No obstante, siempre existe la posibilidad. Actualmente es un hecho que vamos a crecer con locales propios, que pronto estaremos habilitando en Gran Asunción.
“Los que aseguran que es imposible no deberían interrumpir a los que lo estamos intentando”, expresó Thomas Edison para dejar en claro que, a pesar de las dificultades que plantea llegar a una meta, todo es posible.
Maru Candia
Licenciada en Marketing por la Universidad Autónoma de Asunción (UAA) y máster en Administración de Empresas en el Tecnológico de Monterrey, México, está al frente de Efecto Cenicienta hace cinco años, un próspero emprendimiento de alquiler de vestidos.
Alquilar el lujo
El arrendamiento de vestidos de fiesta es un negocio que ha crecido enormemente durante los últimos años. La estrategia es aplicada no solo en el Paraguay, sino también en otros países en los que el floreciente mercado, incluso, es más rentable.
Si bien el mercado de segunda mano para los artículos de lujo se hizo también de un lugar en nuestro país, el alquiler de vestidos de fiestas ha logrado superar las expectativas de quienes han invertido tiempo y dinero en el negocio.
Fotos: Javier Cristaldo, gentileza