Cargando...
La gestación es una etapa llena de cambios para la madre, por lo que se deben extremar los cuidados durante este período; es importante acudir a los controles de rutina y seguir adecuadamente las recomendaciones brindadas por el profesional. Uno de los problemas más comunes de esta etapa se denomina preeclampsia, una complicación del embarazo en que el signo más notorio es una elevada presión arterial. Se considera hipertensa a la embarazada que presenta cifras tensionales de 140/90 mm. Hg, en dos tomas separadas por 6 horas en reposo.
Si estás con las manos o pies hinchados, con alteración visual, aumento repentino de peso o cefalea quizás tengas que considerar que son síntomas de este problema. El Prof. Dr. Marcelino Julián Ortellado Álvarez, docente de la cátedra de Ginecobstetricia y Medicina de la Comunidad FCM-UNA, indica que en el control ambulatorio, el control de la presión arterial se hace con la paciente sentada y con al menos 5 minutos antes de reposo. El profesional afirma que un 10 % de las pacientes con preeclampsia presenta una forma severa y temprana de la enfermedad; es decir, entre la semana 20 y 28, que es el gran problema que se plantea en la actualidad.
“Esta forma de presentación pareciera tener relación con la hipertensión crónica y alteraciones trombofílicas, como síndrome antifosfolípidos (propensión a desarrollar trombosis; es decir, coágulos sanguíneos)”.
Asimismo, señala que ayuda a la embarazada el diagnóstico temprano a través del interrogatorio orientado hacia la patología que realiza el profesional a la paciente, además del control rutinario de la presión arterial con equipo necesario y técnica de medición adecuada, así como medios auxiliares de diagnóstico. También resalta que una ecografía con doppler para arterias uterinas en ecografías del primer trimestre, como predictor de desarrollo de la preeclampsia, es muy valiosa. “Los controles con monitoreo fetal no estresante, perfil biofísico y doppler obstétrico, según cada caso en particular, con relación a cada edad gestacional y frecuencia, se completan con estudios de electrocardiograma, examen clínico cardiológico, fondo de ojo y ecografía renal”, expresa.
Recomendaciones
El galeno recomienda –ante este problema– reposo relativo, evitar la obesidad, restricción del sodio, evitar alcohol y tabaco. El tratamiento farmacológico se establece según cada caso en particular, pero cabe resaltar que un buen cuidado prenatal puede evitar una serie de complicaciones, ya sea maternal o fetal.
Factores que predisponen
- Primer embarazo
- Adolescencia
- Edad materna avanzada
- Cambio de pareja
- Intervalo prolongado entre embarazos
- Nivel socioeconómico bajo
- Historia familiar y personal de preeclampsia
- Hipertensión arterial esencial
- Enfermedad renal crónica
- Diabetes
- Embarazo múltiple
- Enfermedad trofoblástica (grupo de afecciones en las cuales crecen tumores dentro del útero gestacional)
- Obesidad.
Enfermedad silenciosa
La hipertensión se clasifica en hipertensión inducida por el embarazo sin o con proteinuria (eliminación exagerada de proteínas por la orina), con edema de miembros, ya sean superiores o inferiores, a este cuadro se lo llama preeclampsia y si, además, se presentan convulsiones se denomina eclampsia. Además, se encuentra la hipertensión crónica que se subdivide en esencial y secundaria. La hipertensión crónica agravada por el embarazo, que es la enfermedad hipertensiva del embarazo propiamente tal, es la que causa la mortalidad materna y la enfermedad obstétrica más importante en el mundo. Presenta complicaciones serias para la madre, como falla renal, convulsiones, coagulopatías, síndrome HELLP, edema pulmonar agudo y ruptura hepática, entre otros. Mientras que para el feto puede causar restricción del crecimiento, nacimientos prematuros, alteración del bienestar fetal agudo o muerte fetal.
Texto darzamendia@abc.com.py