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Los inicios de Jorge (29) en el mundo del arte se remontan a su niñez, cuando dibujar era solo un juego. Más tarde, influenciado quizá por su madre, Marité Lamar, también pintora, comenzó a mirar distinto su entorno: veía arte en cada detalle de su ambiente. Así fue que se interesó en la pintura. Recuerda que cuando su madre iba al interior para plasmar en lienzo los paisajes agrestes del país, él se ubicaba a su lado para dibujar a la par que ella. “A los diez años me permitieron usar óleo; antes, mamá no me dejaba. En una ocasión, pichado, me senté en el patio, me corté un mechón de cabello, armé un pincel y pinté. Era una travesura infantil, pero un presagio de que transitaría el camino del arte más adelante”, cuenta.
A los 13 años tuvo el ok de su madre para pintar al óleo. Fue una gran satisfacción para Jorge. Desde entonces, retrata todo lo que ve: objetos, frutas, animales y personas, pero en cierto momento decidió enfocarse en los desnudos. “Me gusta mostrar lo hermosa que es una mujer, en un todo. Trato de acercarme lo más que puedo al hiperrealismo. Cada producción es una escuela; siempre se aprende un poco más. Todos los días busco algo diferente; siempre apuesto al crecimiento profesional”, señala.
Ahora que la mujer es su musa principal, dice que busca que su obra sea lo más real posible, sin cambiar nada de lo que muestra el modelo original. “Me gusta el hiperrealismo y quiero plasmar la sencilla belleza de lo que veo. De repente, a alguna persona no le gusta el producto final y más si es un retrato suyo; en ese caso escucho las críticas y las tengo en cuenta para un próximo trabajo”.
Con respecto al proceso de creación, el artista dice que nunca pintó un cuadro con la modelo en frente. “Retratos sí, pero pinturas al óleo no. Es que lleva mucho tiempo; además, la luz del ambiente varía de un día para el otro. Por el momento, me baso en la fotografía. Me gustaría hacerlo en vivo algún día”, expresa.
Jorge realizó su primera exposición en el 2001, a los 16 años, cuando aún cursaba el colegio. “Fue una muestra en la que participó también mi mamá y la artista Sara Palmieri. Tuvimos mucho éxito, vendimos casi todas las obras”, relata. Ahora cuenta que se prepara para una próxima exhibición de sus creaciones, que sería este año, cuya fecha la daría a conocer más adelante.
Afable y bonachón, el artista define al arte como aquello que despierta la imaginación del ser humano y que luego se materializa en una composición.
Referentes
Según dice, admira a los artistas autodidactas como Hernán Miranda y Sebastián Díaz. “Además de que son unos excelentes pintores, ese sacrificio de moldearse solos, sin ir a un instituto de Bellas Artes, por ejemplo, me parece muy admirable. No es que discrimine a los que hayan estudiado, aprecio mucho la entrega de aquellas dos personas. También me gusta Olga Blínder, que es de un estilo distinto al mío”, cita y aprovecha para referirse al mercado del arte nacional, diciendo que la gente del país observa los cuadros como un objeto decorativo y no trata de adentrarse en la imagen e interpretar el mensaje de su creador. “Creo que sería bueno que el público y las galerías no se dejen llevar solo por la firma de un artista, sino por la calidad del producto. Así comenzaría a crecer la industria del arte y dejaría de ser tan elitista”, subraya.
Muestra
Jorge es nieto del político e historiador paraguayo Efraím Cardozo, según nos cuenta. “Admiro mucho a mi abuelo. Cuando leo sus libros, me siento maravillado por su dedicación en pos de la investigación y la bella forma en la que utiliza las palabras”, dice. Mientras espera una fecha ideal para realizar una exposición de sus obras, habilitó en Facebook una página en la que muestra gran parte de sus creaciones, en la cual se destacan, claro, los desnudos. “Pueden buscarme como Jorge Cardozo, Obras al óleo. Allí encontrarán mis trabajos y también podremos aprovechar para interactuar”, puntualiza.
Texto jose.riquelme@abc.com.py