Nostalgia primigenia

Referirnos en unas pocas líneas al bagaje artístico e intelectual desplegado por la multifacética Josefina Plá pecaría de banal. Desde su arribo al país, procedente de las Islas Canarias, España, ejerció una labor que perdura en la memoria, inmortalizada en cientos de escritos y manifestaciones artísticas, que la transformaron en una de las máximas referentes de nuestra cultura.

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En esa misma tesitura, propiciando nuevos métodos e interpretaciones del arte, podemos ubicar hoy en día a la originalidad efervescente de Wal Mayans (59).

Su trayectoria partió con el proyecto intercultural de teatro–danza llamado Tierra Sin Mal, concebido en Padova, Italia, asentándose con posterioridad en Zúrich, Suiza, para finalmente instaurarse en nuestro país, el 1 de abril de 1995.

Tras un continuo intercambio con diversos modos de expresión culta y popular de todo el mundo, y la absorción de conocimientos acerca de disciplinas, ideas y técnicas diferentes, se adentró hondamente en la investigación de la corriente del teatro antropológico y fundó Hara Teatro, del cual es director y principal autor de las producciones de este grupo.

Licenciado en Teatro, cuenta con un posgrado en Didáctica Universitaria, es magíster en Ciencias de la Educación Artística, catedrático de la Licenciatura de Teatro del Instituto Superior de Bellas Artes (ISBA), coreógrafo del área Infanto Juvenil del Centro Paraguayo Japonés (CPJ), además de maestro ensayador de Danza Contemporánea del Ballet Nacional.

Desde hoy –viernes 18– y durante todo este fin de semana –sábado 19 y domingo 20– presentará nuevamente la pieza en homenaje a la prolífica Josefina Plá: Nostalgia. Un elenco conformado por notables talentos subirá a escena puntualmente a las 20:00, en el Centro Cultural de España Juan de Salazar (CCEJS), cuyas localidades serán limitadas.

Además de tu formación en el extranjero, ¿qué factores convergieron para la creación de Hara?

Esto surge de un encuentro entre jóvenes de diferentes ámbitos, como trabajadores sociales, actores del Instituto Municipal de Arte (IMA), bailarines, psicólogos, pintores, fotógrafos, entre otros. En un principio, realizábamos talleres de construcción del training y acrobacia. De a poco nació el interés por construir una forma de expresión, que podríamos denominar teatro, aunque reunía muchas disciplinas y no solo esa.

¿Cuál es la línea artística que contempla?

De la antropología teatral a lo primigenio. Cuando la sociedad atraviesa una crisis o no puede compensar los valores culturales, nace el teatro alternativo. La confrontación intercultural de formas teatrales permite evidenciar las reglas biológicas que subtienden el comportamiento del actor: el equilibrio, la ubicación del cuerpo con relación al espacio, la modificación de los tonos posturales y las relaciones interpersonales en el contexto de desempeño. Investigando y trabajando sobre esta corriente, teorizada por el director italiano Eugenio Barba, desarrollé una línea propia: el teatro primigenio. En este se detectan los impulsos primarios, característicos de la comunicación no verbal. El hombre se encuentra a sí mismo, más allá del filtro cultural que posee, reforzando formas expresivas innatas propias de sus raíces, que fueron lentamente olvidadas a causa de la implementación de otros sistemas comunicativos.

¿Cuánto tiempo destinan a la investigación previa y adaptación a esta vertiente, considerando los hechos y personajes históricos abordados?

La mayoría de las veces, me ocupo de componer, escribir y adaptar las obras. Es un poco complicado, ya que me rijo por la observación del comportamiento del cuerpo de los componentes del grupo durante el entrenamiento. Buscamos paralelismos universales, hasta detenernos en el lugar indicado. No usamos obras de dramaturgos clásicos, sino nuestras experiencias, aportando ideas auténticas y contemporáneas.

¿Qué causales incidieron en que ofrendaras Nostalgia al legado de Josefina Plá?

Su lucha me impresionó e interesó muchísimo por lo diferente. Dentro de lo considerado arte, abordó muchas posibilidades, que incluyen géneros literarios y periodísticos, sumados a su faceta de artista plástica, pero lo más destacable es su lucha austera como mujer, dando paso a la modernidad en este país.

¿Cuáles son los rasgos de su vida y creación reflejados en la puesta?

Uno de los más destacables es su destierro voluntario hacia una tierra sin tierra y cómo el arte se apoderó de ella, reivindicando la cultura como un compromiso de vida. Sus obras son muy buenas, pero me interesó su biografía y el proceso que atravesó.

En cuanto al montaje, ¿qué detalles remarcás?

Dentro de lo íntimo, defino su espacio de vida y obra en un círculo de ilusiones rodeadas de hojas de papel gigantescas y blancas. Un jardín etéreo, sin nombres ni historia, limpio en todo su alrededor, para escribir y relatar las nuevas vidas. Lo sensacional, el sudor de un atardecer hacia nostalgias inmersas en deseos de contemporaneidad, diciendo ella: “Tienes amores vanguardistas, no los destituyas; son torrentes violentos y difíciles de hacer a un lado… se huelen por doquier”.

Desde tu visión, ¿qué le falta a la gestión cultural pública para repuntar en materia artística y creación colectiva? Lo más importante es que renazcan los grupos de trabajo artístico, con sus espacios propios, posibilitándoles una financiación estable, pero ya no en función a proyectos, sino reconociendo los años que llevan aportando a la cultura nacional, facilitándoles la seguridad para la creación y sobrevivencia.

¿Tus proyectos para el 2016?

Con apoyo del Fondo Nacional de la Cultura y las Artes (Fondec), empezamos a trabajar en Exiliados, cuyo montaje aborda la era dictatorial stronista. Además, queremos lanzar un libro acerca de nuestras experiencias y dejar un registro bibliográfico respecto a la contribución que hemos sumado al teatro paraguayo.

Con la convicción de la responsabilidad asumida con las vertientes alternativas, suscitando nuevas perspectivas y persiguiendo la consolidación del merecido aforo, Wal anhela potenciar la cultura en esta tierra, la que, por cierto, debe ser más justa con todos aquellos que se entregan por completo al arte en sus diferentes tipos de pronunciamiento.

Teatro de Laboratorio

Creado en 1959 por el crítico literario y teatral Ludwik Flaszen. Lleva ese nombre en alusión a la experimentación de la actuación y al entrenamiento de los actores. No está dirigida exclusivamente a ellos, sino que prepara a directores y a cuantos estén involucrados en el quehacer de campo en la disciplina. Una de sus tareas es definir la línea investigativa de las producciones, relacionadas directamente con la interacción entre el actor y público, posicionando a los intérpretes como una vía o vehículo para ello.

Wal Mayans

Aplicando técnicas que dieron paso a la construcción de un estilo singular, este artista integral corona un año de significativas contribuciones a la escena cultural, consagrando una obra a la vida y talento de Josefina Plá.

carlos.canete@abc.com.py

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