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El uso de las computadoras, tabletas y celulares en la vida diaria interrumpen el sentarse a conversar con alguien, debido a que internet adiestra a niños y adultos a convivir con una pantalla y no con las personas.
La juventud, inmersa en la alta tecnología, debe aprender buenos modales, respeto y cortesía, pues las normas de urbanidad son más que un signo de clase y educación, ya que tienen efectos positivos en la sociedad, el trabajo y la familia.
Es muy importante recordar que una sociedad que desatiende los buenos modales se podrá ver afectada en el bienestar total de las personas, es decir, en la salud, las relaciones, el trabajo y hasta en la paz mental.
Algunos conceptos que deberíamos de rescatar
- No debe utilizarse el teléfono celular en lugares en los que el respeto se impone, como funerales, celebraciones religiosas, habitaciones de hospital, etc.
- Nada de tomar fotos de personas sin permiso, aunque estén en segundo plano.
- En los cines o salas de concierto, no solo hay que apagar el timbre o sonido del celular, hay que dejar de utilizarlo.
- Nunca colocar el teléfono sobre la mesa en lugares públicos. Hacerlo demuestra la importancia que tiene ese aparato en nuestras vidas y lo poco que nos interesa lo que está ocurriendo alrededor.
- No debe utilizarse el teléfono para jugar o navegar cuando se está en una reunión de trabajo, cita para conversar, o durante un café o almuerzo.
- Masticar chicle, tener un cigarro en los labios mientras se habla y las uñas con esmalte descascados también son hábitos de mal gusto.
- No es prudente hablar en público acerca de la edad, el patrimonio, los problemas domésticos, la religión, las relaciones amorosas, los regalos, el honor, el deshonor y las enfermedades.
- Si mencionas la frase: “Yo te invito”, significa que tú vas a pagar. Si dices: “¿Qué te parece si vamos a un restaurante?, significa que cada uno paga por su cuenta.
- Se debe prestar atención a quien se habla y no se debe tomar puntos de vista muy extremos sobre política, equidad de género o preferencias deportivas. Al discutir estos temas se puede llegar a herir susceptibilidades.
- Nunca ir de visita sin llamar antes, esto porque no eres el dueño del tiempo de los demás.
- Si vas a alguna parte con otra persona y esta saluda a alguien que tú no conoces, deberás saludarla también.
- Si te han ofendido, no vale la pena responder con una palabrota o un mal gesto, mucho menos levantarle la voz a quien ofende, no te rebajes a su nivel. Sonríe y amablemente retírate de la presencia de esa persona.
Finalmente, tener buenos modales no es solo sentarse bien en la mesa o comer de manera educada. También consiste en tener consideración con las demás personas, tratarlas con respeto, agradecer los buenos gestos. Si tratas con respeto y educación a los demás, lo más probable es que ellos hagan lo mismo contigo.
Recuerda: "Las pequeñas cortesías alegran la vida, las grandes la ennoblecen", Christian Nestell Bovee.
Hasta la próxima entrega.
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