Nobel de mujeres

El premio Nobel de la Paz 2018 está dedicado a las mujeres. El galardón, concedido a la iraquí Nadia Murad y al congoleño Denis Mukwege, reivindica a la población femenina que ha sufrido abusos e injusticias.

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Nadia Murad, galardonada con el Premio Nobel de la Paz junto con el congoleño Denis Mukwege, es la voz de la conciencia de los yazadíes, y la joven heroína que transformó en dignidad la humillación y esclavitud a la que el grupo terrorista Estado Islámico (EI) sometió a su milenario pueblo. Todo cambió para Nadia Murad, el 3 de agosto de 2014. Aquel día, la comarca iraquí de Sinyar –donde nació y creció la joven que hoy tiene 25 años– vio cómo una columna de vehículos del EI llegaba para iniciar una operación salvaje de sometimiento y exterminio. Su objetivo era acabar con los yazadíes, una minoría religiosa de etnia kurda asentada en el norte de Irak, cuyas raíces se remontan a 2000 años, en los que ha sufrido 74 genocidios, y a los que los yihadistas del EI consideran infieles. La masacre del grupo terrorista supuso la muerte de unas 5000 personas, según cálculos no oficiales, y la esclavitud de alrededor de 3000 niñas y mujeres que fueron sometidas a ventas y reventas para su explotación sexual.

Una voz desde Alemania

Una de ellas fue Nadia Murad. Aquel día estaba junto con su madre y sus 12 hermanos en su natal Kojo, un pueblo agrícola, del que los yihadistas se llevaron a todo el mundo. Durante tres meses, Murad sufrió un tormento del que logró escapar en noviembre de aquel mismo año, gracias a los vecinos que la ayudaron a salir de la zona controlada por los terroristas, para llegar a un campo de refugiados en Irak y trasladarse, posteriormente, a Alemania. Desde allí comenzó a alzar la voz para denunciar el suplicio de los yazidíes y, el 16 de diciembre de 2015, contó su experiencia en el Consejo de Seguridad de la ONU que la nombró embajadora de esta organización.

Su rostro comenzó a hacerse habitual en las conferencias de las Naciones Unidas y organismos internacionales, en los que, sin descanso, narra una y otra vez el horror que aún vive su pueblo. “Murad es el testigo que cuenta los abusos perpetrados contra ella y contra otros”, argumentó el comité Nobel para conceder el galardón, compartido con el congoleño Denis Mukwege, un médico que lleva años trabajando en la recuperación física y sicológica de las mujeres violadas durante los conflictos armados.

“Murad es una de las 3000 niñas y mujeres que han sufrido abusos sexuales como parte de la estrategia militar del yihadista Estado Islámico, que usaba ese tipo de violencia como un arma contra los yazidíes y otras minorías religiosas”, agregó.

El reconocimiento de hoy se suma al que ya recibió en el 2016 del Parlamento Europeo, que le otorgó el Premio Sajarov a la Libertad de Conciencia, un galardón que la Eurocámara concede desde 1988 a personas y organizaciones que defiendan los derechos humanos y las libertades fundamentales.

Honor, dignidad y orgullo

En una entrevista con Efe subrayó: “Este premio va en contra de los objetivos que persigue el grupo Estado Islámico, ya que quieren erradicar a los yazidíes. Cuando nos capturaron, querían quitarnos nuestro honor, dignidad y orgullo. Este premio nos ha devuelto el orgullo y la dignidad, y por ese motivo se lo quiero dedicar a todas las víctimas en el mundo del EI u otros grupos yihadistas”. 

Además, la joven yazidí ha venido insistiendo en la necesidad de un tribunal especializado que juzgue a los responsables de los crímenes cometidos por el EI en Siria e Irak, en los que a finales de junio de 2014 proclamó un “califato”, en los territorios que había conquistado hasta ese momento y que en julio de 2017 daba sus últimos coletazos.

Mukwege

El ginecólogo y cirujano congoleño Denis Mukwege dedicó el premio Nobel de la Paz a todas las supervivientes de la violencia sexual. “Acepto este premio por ustedes”, dijo Mukwege en una breve alocución en el hospital Panzi, en Bukavu, noreste de la República Democrática del Congo (RDC), ante cientos de mujeres a las que él mismo ha tratado, según informó el diario local Actualité.

“Esto demuestra que ustedes (las mujeres) ya han sido reconocidas. Este premio no tendría sentido si no reconociera la lucha de la mujer”, añadió el ginecólogo de 63 años. La noticia fue recibida con júbilo en el hospital en el que, desde 1999, Mukwege ha tratado –tanto física como sicológicamente– a más de 85.000 víctimas de violación como consecuencia del conflicto que sufre la RDC, lo que le ha valido el apodo de “El hombre que salva a las mujeres”. “Estaba en medio de una operación cuando la gente comenzó a gritar”, declaró por teléfono el galardonado a la Fundación Nobel, según recoge su web oficial. “Puedo ver en las caras de muchas mujeres lo felices que están de ser reconocidas. Fue realmente conmovedor”.

Condensado: Marta Escurra

Fuente: EFE

Fotos: Agencias EFE y AFP

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