Melódica travesía

Sin muchos preámbulos, fijamos rápidamente la entrevista a la que llegó presta para las fotos de rigor y una placentera charla, en cuyo transcurso sus respuestas brotaron antes que las preguntas. Extrovertida, vivaz y de talante jocoso, Estefanía Ramírez (28) empezó a componer sus incipientes temas a los 16 años. Tras un tiempo en el Conservatorio Nacional de Música, lo dejó por un largo periodo; inicialmente, para licenciarse en Comunicación Audiovisual en la Universidad Autónoma de Asunción (UAA) y, posteriormente, de actriz de teatro, cine y televisión en el Taller Integral de Actuación (TIA). No obstante, esa íntima aspiración latente tan suya de involucrarse con la música nunca menguó; por lo tanto, después de renunciar a su empleo de entonces, en el 2014 grabó su obra prístina Crucigrama. Este hecho cedió paso a otro y fue así como semanas atrás presentó su primer material discográfico como solista: Mundo Abstracto. Stefy, como la llaman sus seres queridos, afirma que los 10 temas –para los cuales trabajó con el productor musical Fran Villalba– transmiten sinceridad, amor y, por sobre todo, sacrificio, ya que se trata de una propuesta que representa no solo el origen de su incursión como cantante, sino también el cierre de un ciclo de su vida. La joven nos cuenta las motivaciones personales de su vida que la impulsan hoy a subirse al escenario.

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Sos productora. ¿Cuál es la raíz de tu interés por la música?

Me licencié en Comunicación Audiovisual y trabajé durante cinco años en producción de radio y televisión. Aunque me incliné hacia mi profesión, –y realmente me gustaba lo que hacía–, apenas finalizados mis estudios universitarios, opté por la música que siempre estuvo vinculada a mi vida, a pesar de que antes no la veía como algo profesional. Al finalizar la facultad, a los 22 años, seguía con el deseo de componer canciones, pero el destino me llevó a estudiar actuación y, entretanto, me desempeñaba como productora. Al principio lo tomé como un hobby, pero pronto se convirtió en una de mis pasiones. Comencé sin muchas expectativas, como parte de mi formación profesional audiovisual. Sin embargo, una vez involucrada, me di cuenta de que disfrutaba mucho del escenario, pues me ayudó a descubrirme y generar ese vínculo entre los actores, mis compañeros de elenco, que no existe en otro ámbito. No obstante, tampoco era algo que me llenaba completamente y decidí, en ese momento, reconciliarme con la música.

¿Fue así como surgió tu camino solista?

Nunca me gustó hacer covers ni integraba una banda, pero en el 2014 tenía un tema y me animé a grabarlo con la ayuda del productor musical Fran Villalba. Más tarde, mientras continuaba con mi vida habitual, también ofrecí algunos conciertos con la composición que se había grabado y algunos otros que había proyectado. Pero, tras finalizar esa etapa y volver por completo a mi rutina, me percaté de que no podía dejar de lado la música una vez más, y, finalmente, decidí grabar mi primer disco. Presenté mi renuncia al canal de televisión en el que trabajaba, y me dediqué por entero a la producción y composición del material.

¿Las composiciones son todas tuyas?

Sí. En aquel entonces, escribiendo en mi adolescencia, además de la letra, intentaba ponerle la melodía con lo básico que sabía ejecutar en guitarra y, al terminar el colegio, profundicé mis conocimientos en el Conservatorio Nacional de Música durante cuatro años; pero tuve que abandonarlo debido el escaso apoyo que recibí. Durante muchos años dejé de escribir, pero emprendí la ejecución de la batería y, más adelante, la guitarra, puesto que no me resignaba a alejarme totalmente de la música. Entré a la grabación del disco con cinco canciones que escribí sin presión, pero una vez allí me presioné a mí misma para componer otras cinco más.

¿Qué es lo que te inspira a la hora de escribir?

Lo cotidiano. Constantemente, intento que todo me estimule a crear algo.

¿Te fue difícil incoar?

Conlleva mucho sacrificio y esfuerzo, pero realmente es lo que me gusta y la razón por la que decidí jugar todas mis cartas, y no esperar más tiempo. Aunque había cuentas que pagar, me arriesgué. Fui asumiendo labores en prensa y difusión. A la par, pasaba horas grabando en el estudio y el disco se pagó con los ingresos de esas tareas. La actuación también me ayudó a abrir muchas puertas. Si uno hace lo que desea de corazón, creo que nada le puede salir mal.

Hablás mucho de tu cariño por la actuación. ¿Continuás tu faceta de actriz?

Estando en el TIA me tocó ser parte de varias obras de teatro y algunas puestas de audiovisual. Fuera de la escuela, y antes de enfocarme por completo en mi disco, solo participé de una serie de seis funciones, pero ahora esa etapa ya se acabó; nuevamente estoy con planes de volver a actuar. Ya tengo proyectos a los cuales sumarme como miembro de un elenco teatral a finales de año. No planeo dejar ni la música ni mi espacio como actriz.

¿Considerás que la actuación incidió con fuerza en que finalmente te arrojaras al canto?

Me ayudó muchísimo para ser quien soy ahora, además de abrir mis horizontes; fue una influencia significativa en mi vida.

Mundo Abstracto, ¿cómo definirlo?

Mi música no habla de mí, sino de lo que veo, de lo que me llama la atención en las calles, viajando, viendo una película o compartiendo con amigos. Son historias de aquello que me inspira convertidas en melodía. Mundo Abstracto es un disco honesto.

Vertida hacia el pop rock alternativo, sus arpegios aluden a testimonios recurrentes. De aguda persistencia y pasos seguros, su travesía musical promete significativas conquistas.

Stefy Ramírez

Licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universidad Autónoma de Asunción (UAA), y actriz de teatro, cine y televisión por el Taller Integral de Actuación (TIA); compone canciones desde los 16 años. Este mes lanzó su álbum debut: Mundo Abstracto.

Crucigrama

La canción Crucigrama, escrita hace 12 años y pieza primigenia presentada por Stefy Ramírez, estuvo disponible durante todo el mes de setiembre de 2014 en Música sin fines de lucro (MSFL) –plataforma digital que difunde mensualmente temas seleccionados por el cantante, compositor y productor argentino Lisandro Aristimuño–. Composiciones nuevas son enviadas desde distintos países al servicio MSFL, creado solo para escuchar músicas cuya descarga no está disponible, pues se deja al cantautor la comercialización de su producción.

nadia.cano@abc.com.py

Foto Gustavo Báez, gentileza || Maquilló y peinó Marlene Vargas, para Luis de León Concept || Prendas La Percha || Accesorios Majenta con jota Tocados

Agradecimientos Vivi Amaral

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