Maestra del movimiento

Es coreógrafa, bailarina, maestra de Danza Contemporánea y de Hatha Yoga. Es Lic. en Bellas Artes, con especialidad en danza y composición por la Tisch School Art de Nueva York. Recién llegada de EE. UU., trae al país la primera certificación como entrenadora de Body Mind Centering (BMC).

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Mary Carmen (44) ha hecho, con su estilo impecable, carrera en el ambiente artístico. Optó por el bajo perfil en los últimos años y se abocó de lleno a la docencia. Jamás abandonó su pasión por el movimiento; al contrario, se perfeccionó con maestros sudamericanos, estadounidenses y europeos. Además del yoga, disciplina que estudió con el maestro Pedro Kupfer, en Santa Catarina (Brasil), practicó tai chi y tiene estudios sobre otras técnicas de educación somática como ideokinesis, klein, feldenkrais. “Me especializo en trabajos creativos, interpretativos y docentes que involucren el lenguaje de movimiento”, explica la maestra, actual colaboradora en el Espacio E. Fue fundadora del Estudio y Compañía de Danza “Mary Carmen Niella”. También creó obras para el Ballet Clásico y Moderno Municipal, el Ballet Nacional y la Compañía Juvenil de Danza-Instituto Superior de Bellas Artes (ISBA). Artísticamente, se ha presentado a nivel Mercosur y EE.UU. Entre sus logros figura haber sido coreógrafa paraguaya representante para el International Choreographers Resicency del American Dance Festival (1997). Prolífica, hoy Mary Carmen tilda satisfecha uno de sus grandes sueños: ser educadora del Body Mind Centering (BMC) o integración cuerpo-mente.

¿Estabas en proceso de renovación? Estos últimos años estuve de mamá, muy cerca de mi hija. Y siempre trabajando en el ISBA, en la docencia, que es un lugar muy creativo y lleno de desafíos. El cuerpo siempre tiene desafíos, más para nosotros los paraguayos, que lo tenemos muy silencioso. Ahora, estoy muy comprometida con la difusión del BMC.

Comentanos de qué se trata. El Body Mind Centering existe hace más de 30 años. Es un método dentro de la educación somática que ayuda a ampliar la experiencia del propio cuerpo y a aprender nuevos esquemas de movimiento. Ampliás la comprensión de cómo la mente se expresa a través del cuerpo y viceversa.

¿De cómo dependen uno del otro? Trabaja un diálogo continuo entre el darse cuenta y la acción. Esto es; ser capaces de reconocer las relaciones que existen entre nuestro cuerpo y mente y actuar desde ese darse cuenta.

¿Qué se involucra en la educación somática? Esta educación involucra una cantidad de métodos para aprender a través del movimiento sobre uno mismo; el cuerpo y la mente como un todo viviente. Redefine al soma como cuerpo viviente o biológico como “el cuerpo percibido desde adentro” en contraposición al cuerpo objetivado.

¿Es una terapia? Es una técnica. Esto se aplica en danza, yoga, para educación física, para cualquier trabajo que implique el movimiento desde el cuerpo. También para gente que trabaje con niños, donde la vivencia, lo experiencial es lo primordial. Es para áreas como el teatro, la música. Lo que hace el BMC es ampliar tus patrones de movimiento y reorganizarlos para tener mayor eficiencia. Sí, se vuelve también terapéutico.

¿Cómo se diferencia de otras alternativas de bienestar?, para el común sería algo como el yoga. Sí, es lo que la gente piensa primero. Pero el yoga es una filosofía y una práctica que viene del hinduismo y de Oriente, muy antigua, que tiene por objeto romper el yugo, la trascendencia del ser. El BMC trabaja sobre tus patrones de movimiento y el objetivo es ampliarlos, equilibrarlos. Siguiendo tu comparación, el BMC busca unir Oriente y Occidente, de Occidente toma los mapas, la estructura, y de Oriente, el sentido que le da a eso. Te proporciona herramientas para que vos mismo seas tu propio alumno y tu propio maestro.

¿Es pensar en los movimientos internos? Sí. Cuando decimos “movete”, generalmente queremos decir “corré, bailá, saltá”, pero el cuerpo todo el tiempo se está moviendo. Desde el momento en que tu cuerpo no se comunica por dentro, está muerto.

Dame un ejemplo de cómo se aplicaría el BMC. Algo sencillo, pensemos en nuestros hábitos. Empezando desde que nos levantamos de la cama, ¿cómo lo hacemos? La mayoría levanta primero la cabeza, centrando su fuerza en ella. Si observás cómo lo hace un bebé vas a ver que su patrón está en la pelvis.

Así todos deberíamos aprender de nuevo cómo levantarnos. Son cosas muy básicas. Otro ejemplo, viene una persona y me dice “necesito relajarme, tengo mucha tensión en la espalda” y lo que trabajamos es cómo maneja su cuerpo al acostarse, al levantarse, para que no sea un mal hábito que se repita. De igual manera, aplicás el concepto respecto a otros movimientos diarios: cuando manejás, cuando le alzás a tu bebé, cuando estás frente a la computadora, etc., es cómo relacionás tu cuerpo en el medioambiente.

¿Qué partes del cuerpo se estudian? El BMC abarca estudiar, explorar y corporizar los diferentes sistemas (esquelético, órganos, fluidos, nervios, endocrino, ligamentos y músculos). Se aplican conocimientos de anatomía, kinesiología y fisiología, como también a través del movimiento evolutivo (reflejos primitivos, reacciones de enderezamiento, respuestas de equilibrio, patrones neurológicos básicos).

¿Conociendo nuestro cuerpo, seríamos más sanos? Así es. Un dolor puede manifestarse en la cadera y nos quedamos pensando que es algo de los huesos, de los músculos, pero esa parte puede estar relacionada con los ovarios. Entonces, ¿qué conciencia tenés de tus órganos genitales y cómo ellos actúan en relación a tu sistema óseo? Ahí viene el tema de buscar información, aprender a conocer nuestro cuerpo y adquirir herramientas.

¿Dónde te formaste? Recibí, en agosto pasado, la certificación de School Body-Mind Centering. Hice la primera parte, eso me habilita como educadora somática del movimiento BMC. Esto es en la Duke University, en Durham, Carolina del Norte (EE.UU.). Fue una formación sumamente intensiva que vengo realizando desde hace 2 años, pero me interesaba desde hace 15. Por eso, ya había estado tomando cursos sueltos en Buenos Aires y estudiando de manera autodidacta.

¿Qué ofrecés como educadora somática? Una educadora de mi nivel puede invitar, guiar y facilitar conciencia y aprendizaje sobre uno mismo y su relación dinámica con el medioambiente, con las herramientas y principios del BMC. Reeduco y reorganizo el movimiento.

¿Hay muchas personas en esta especialidad? Soy la primera certificada internacionalmente. La profesora Edith Correa también se está capacitando, ella hace un curso normal en Brasil, yo hice el intensivo. Voy a dar clases, cortas e intensivas, en lo que resta del año en el Espacio E.

¿A qué público apuntás? A todos los que estén interesados en crecer personal, profesional o creativamente desde la integración mente-cuerpo: bailarines, coreógrafos, actores, clowns, cantantes, músicos, investigadores del movimiento, profesores y alumnos de yoga, pilates, artes marciales, fisioterapeutas, pedagogos, parvularias…, es para un público bastante amplio. Y quienes se proponen también aprender el BMC para comunicar y enseñar a otros.

Mary Carmen dice estar disfrutando al máximo de la madurez. Como parte del equilibrio, no puede dejar de agradecer a quienes facilitaron su sueño de estudio y capacitación: “Mil gracias a mis padres, mi hija, mis hermanos, a Marcos Maíz. Todos ellos me dieron no solo apoyo material, sino moral”.

Transformadora

Tras decidir retirarse del ISBA el año pasado, Mary Carmen se dispone con serenidad a pensar en nuevos planes, no solo del arte en sí mismo, también aquel ligado al compromiso con la comunidad. “Tengo que decir con gusto, con orgullo, que le dediqué mucho tiempo de crianza a mi hija, Renata (14). Ahora que está más grande puedo abarcar otras cosas”. En los últimos años, Mary Carmen estuvo tomando parte más activa en nuestra realidad social. “Ser consciente es despertar; me acerqué a las organizaciones campesinas por el lado del cuerpo y la nutrición, es decir lo concerniente a la soberanía alimentaria, la reforma agraria, sintiéndome parte de toda la desigualdad inmensa y tan dolorosa que vivimos en el país. Trato de llegar a las distintas comunidades que están fuera del área de la danza; cuando estaban los indígenas asentados en la Plaza Uruguaya, con dos bailarines fuimos hasta ellos; bailamos y jugamos con los niños que lo disfrutaron muchísimo, fue muy interesante y vivencial. Mi trabajo es mi granito de arena para la transformación social”.

Texto lperalta@abc.com.py

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