Lujo canino

En Nueva York existe una élite de perros de raza que goza de atenciones y lujos propios de la realeza. Este culto se plasma en el libro Couture Dogs of New York, del fotógrafo Paul Nathan, quien retrata a los animalitos con las excentricidades impuestas por sus dueños.

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En Nueva York los perros no escapan al postureo. Ropa carísima, alta gastronomía, hoteles selectos y hasta galas benéficas. Tanto lujo les han contagiado algunas de sus amos, por lo que también van al psicólogo, al spa, a sesiones de acupuntura o, para mantener su estatus, al cirujano plástico. El fotógrafo Paul Nathan basó su libro Couture Dogs of New York, de la editorial Pelluceo, en la variedad del vestuario de la población de perros en Manhattan.
El pragmatismo estadounidense y la sobreprotección hacia estos perros se justifica con el lema Dogs are new kids (los perros son los nuevos niños).
Para estos mimados de Nueva York existen varias actividades que antes no parecían muy aptas para ellos, como el yoga, en su variante compatible con las cuatro patas: el doga. Asimismo, al igual que muchos turistas de bajo presupuesto querrían ir al hotel perruno de cinco estrellas D Pet, en Chelsea, donde por USD 200 la noche los canes pueden disfrutar de gimnasio, parque, chofer y servicio de comida gourmet.

Los perros en Nueva York tienen sus propios actos sociales, como la Semana de la Moda Canina (que se celebrará el 21 y 22 de agosto) o la gala benéfica para la dolencia que está considerada como el sida de los perros: la leishmaniasis, que se celebró el 22 de mayo en la azotea de las oficinas de Toyota en Manhattan. Pero estar siempre listo para el postureo perruno no es tan fácil, y algunos no aguantan la presión: tienen que ir al psicólogo o recibir tratamiento de acupuntura. Otros llegan al extremo de la cirugía plástica para perros (el cirujano más famoso es el brasileño Edgard Brito), que se empieza a llamar caninoplastia. Pero todos, sin excepción, tendrán que sucumbir a las últimas tendencias en moda canina.
Al comenzar a investigar para su libro, Nathan descubrió Doggy World of New York, “un grupo reducido de gente que se junta regularmente para montar fiestas conocidas como pawties (conjunción de paw y party; paw significa pezuña y party, fiesta), donde visten a sus perros con modelos muy elaborados”, explica.

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