¿Llorás tras el sexo?

Lo que para muchas es un verdadero placer, para otras se vuelve un episodio confuso. Llorar tras experimentar un orgasmo es habitual entre algunas mujeres que no desarrollan sus rasgos sexuales o acumulan tensión durante el orgasmo. Ariel González Galeano, máster en sexología, lo explica.

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Por naturaleza, la mujer es más sensible que el hombre y, al parecer, no se trata de una simple expresión, pues existen estudios que lo confirman. Se comprobó que la hormona llamada estrógeno causa alteraciones emocionales y orgánicas en nosotras. Pero ¿es normal llorar luego de un encuentro sexual? Los expertos aseguran que este no es un fenómeno aislado, sino usual. No equivale a un deficiente desempeño de la pareja ni que ella sienta arrepentimiento respecto al hecho, salvo circunstancias especiales; entonces, ¿cuál es la causa que desatada esta reacción?

El licenciado en Psicología Clínica, máster en Salud Sexual y Sexología Clínica, y en Sexología y Terapia de Pareja, Ariel González Galeano sostiene que, en muchas ocasiones, esto obedece a la tensión acumulada que aflora durante el clímax. “Estadísticamente, es frecuente entre mujeres que no desarrollan sus aspectos sexuales, como la sensación, identidad, orientación y el placer. Ocurre por varios motivos, porque no disfrutan del acto o no logran comunicarse sexualmente”, puntualiza González, quien acota que en los varones sucede en menor proporción, aunque también se comportan igual debido al mismo principio.

“De cada tres consultas sexológicas que recibo, dos hacen referencia a disfunción sexual, entre ellas, la anorgasmia (la inhibición recurrente y persistente del orgasmo), que provoca desilusión, y finaliza con la frustración y las lágrimas. Inclusive, al recordar el episodio, varias mujeres vuelven a llorar”, cuenta el profesional.

Según una investigación difundida, de más de 300 adultos, los hombres lloran una vez cada mes, como término medio; en tanto que las mujeres lo hacen al menos cinco veces en el mismo periodo. Lógicamente, a este estallido le sigue una sensación de bienestar que favorece a la salud física y psicológica. Conforme a una encuesta publicada en marzo del año pasado, el 85 % de las mujeres y el 73 % de los hombres atestiguan sentirse mejor después de desahogarse.

Psicológicamente

Este efecto también surge en personas aquejadas por dificultades de autoestima, la autoimagen o en aquellas que atraviesan un proceso depresivo. “La afectada podrá encontrar solución una vez que acuda al profesional, ya que se debe determinar el origen (psicológico, sexológico o psiquiátrico) y, a partir de allí, el pronóstico de mejoría es casi del 100 %. Cuando la pareja se adhiere al tratamiento, se observa una rápida recuperación, ya que la entrenamos en la contención. También trabajamos con las solteras, aunque los resultados se perciben luego de varios meses”, ilustra el especialista.

No todas son iguales

Cada mujer se manifiesta de forma diferente. Hay quienes gritan y no lloran o viceversa. “Si este no es tu caso, no te preocupes, pues no significa que no alcances ese cúmulo de sensaciones; simplemente lo expresás de otra manera. Me gustaría aclarar que, sea como sea, el llanto es sano, no deben temer demostrar sus emociones. Y lo fundamental: disfrutar del sexo, que es una necesidad y un regalo”, cierra el magíster consultado.

dbattilana@abc.com.py

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