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Desde hace unos años, los contenedores marítimos se convirtieron en una nueva alternativa para la arquitectura moderna. Esta tendencia va ganando adeptos en el mundo, y en el corazón de Londres (Inglaterra) se creó un edificio de containers marítimos de tres pisos con 12 oficinas. El modelo se reprodujo en otras 14 construcciones en todo el país. Esta idea se expandió hasta Holanda, donde se realizó un complejo de viviendas, gracias a 1000 contenedores que ofrecieron espacios prácticos y cómodos, diseñados especialmente para estudiantes universitarios. En Argentina, inclusive, proponen un shopping eco-friendly ubicado en el Paseo Mendoza, de la localidad de Ing. Maschwitz. el atractivo fue creado mediante el reacondicionamiento de 57 containers marítimos de 12 m de largo y 300 m2 de “techos verdes”, que son carpetas de césped y plantas variadas que reducen la contaminación del aire y el calor en zonas urbanas.
Dichas estructuras sirven perfectamente para convertirlas en viviendas, oficinas, centros comerciales, showrooms, complejos, museos, entre otros. Este concepto se adapta a cualquier presupuesto y permite inacabables opciones constructivas. Los containers son seguros y duraderos; en el ámbito marítimo, por ejemplo, mantienen su curso intacto alrededor de 15 años. Si se desea reutilizar el tratamiento aplicado, debe ser de calidad, ya que así podrá conseguir una vida útil cuatro veces más de acuerdo al tiempo mencionado.
En nuestro país también existe un lugar con las mismas características, tal es el caso del Paseo Boulevard Container, situado sobre la calle Eulogio Estigarribia e/ Cruz del Defensor y Cruz del Chaco (Villa Morra), habilitado hace tres años. Una galería que propone una imagen diferente a la convencional, en la que se lucen ocho locales; cinco son gastronómicos, uno de indumentaria, otro de cerrajería, mientras que el último se mantiene reservado. Paola Talavera, encargada del lugar, cuenta que apostaron a esta moda duradera porque observaron que el precio de los vagones eran accesibles y los dejaban descomponer en algún sitio. “Iniciamos el proyecto con un container como depósito y, posteriormente, adquirimos más. Trabajamos en alianza con una firma nacional, que son nuestros proveedores exclusivos”, manifiesta. En este caso, el distribuidor se encarga de la fabricación de los contenedores, cuya elaboración cumple con un tiempo definido: 15 días. “Utilizamos pintura sintética con recubrimiento para la intemperie. Todas las cabinas poseen ventanas blindadas, puerta de acceso, instalaciones eléctricas, sanitarios, acondicionadores de aire y se incorporan más detalles si el cliente lo prefiere. Para el traslado, se precisan de grúas que puedan alzarlos. Presentamos en medidas estándares de 6 x 2,5 m”, sostiene Esteban Vera, encargado de ventas de la empresa Metalcar.
Según Paola, los emprendedores optan por esta solución porque es efectiva y, a la vez, rentable. Además, para iniciarse en el mundo de los negocios, estos dos ingredientes son fundamentales, al igual que la ubicación. “Es una alternativa pintoresca, según la decoración de cada tienda. El público, por su parte, recepciona de la mejor manera y siempre manifiesta que le agrada visitar un espacio novedoso”, asegura.
Indiscutiblemente, estos disparadores avalan el crecimiento de una modalidad que se desarrolla a nivel mundial y garantizan un sello de intervención, distinción y creatividad.
Texto (dbattilana@abc.com.py)