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La diva de ojos violeta asumió frente a Jackson una postura casi maternal y lo apoyó públicamente durante la demanda por abuso sexual a menores de edad, en 1993 y 2003, que pesaba contra el cantante. De igual modo, lo acompañó firme durante sus tratamientos para superar la adicción a calmantes.
Liz se veía reflejada en él, ya que ambos iniciaron sus carreras precozmente y el éxito les robó la posibilidad de vivir una niñez apacible.
El Rey del pop, como se lo conoció mundialmente a Jackson, fue un mote, idea de Liz Taylor durante una entrega de premios en la década de los 80. “Lo llamé rey porque nadie puede bailar así, escribir canciones como él, componer y causar la emoción que él causa”, expresó en 1993 la actriz, durante una entrevista con Oprah Winfrey.
Él compuso Elizabeth, I love you en honor a su gran amiga. No solo quedó ahí el homenaje musical para su admirada Liz; en el disco Bad (1987), le dedicó la canción Liberian Girl.
Hoy ambos descansan en el mismo cementerio, Forest Lawn Memorial Park, cerca de Los Ángeles. Michael Jackson dejó de existir físicamente en junio de 2009 y Liz, en marzo de 2011. El deseo de la actriz, muy afectada por la muerte de su amigo, fue ser enterrada cerca de él.
“La amistad está sobre el amor” pensaba la gran intérprete Chavela Vargas, costarricense de nacimiento y luego nacionalizada mexicana. “El amor se acaba, se escapa de las manos, mientras que la amistad permanece”, le dijo a María Cortina, autora del libro Las verdades de Chavela. Los amigos que más quiso Vargas fueron José Alfredo Jiménez –prolífico compositor de rancheras– y Agustín Lara, célebre por sus boleros, con quienes pasó verdaderas noches de fiesta y serenatas. Otros grandes amigos mexicanos fueron la pintora Frida Kalho y el muralista Diego Rivera. Entre los poetas entabló amistad con Federico García Lorca y Pablo Neruda.
Luego de 15 años de encierro en su casa y con la voz apagada a causa del alcoholismo, volvió a pisar un escenario en España, donde el público la recibió afectuosamente. Allí conoció a uno de sus más grandes amigos en esa nueva etapa que se extendió hasta el final de sus días, en agosto de 2012, a los 93 años. El cineasta español Pedro Almodóvar quedó encantado con su voz, su historia, y ella lo llamó “mi esposo en este mundo”. Pedro le tendió la mano, introdujo sus canciones en sus filmes y la ayudó a controlar su adicción al alcohol. A su lista de apreciados amigos se sumó el cantautor Joaquín Sabina, quien compuso dos temas en honor a Chavela: Por el boulevard de los sueños rotos y Noche de bodas. Tras el fallecimiento de la cantante, Almodóvar declaró a medios mexicanos que prefiere que lo recuerden como el amigo de Chavela Vargas que como cineasta.
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