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Aunque dudaba que sus sueños se pudieran concretar en el Paraguay, su papel como cantante lírica finalmente despuntó y la llevó a consagrarse como una de las mejores en el escenario artístico local, siendo protagonista a la fecha de unas 36 puestas en escena y portadora del récord en el Paraguay de óperas cantadas.
Su apego a la música la llevó, con el tiempo, a tomar el papel de gestora cultural e iniciar sus funciones en el 2012, cuando fue electa por la Cámara de Senadores para formar parte del consejo directivo del Fondo Nacional de la Cultura y las Artes (Fondec). Desde la entidad cultural trabaja para la descentralización de los fondos destinados al área, que son destinados en un 80 % únicamente a Asunción y Central. Con este propósito, además, colabora voluntariamente en el Departamento de Cultura de Encarnación, ciudad en la que reside desde hace cinco años con su marido, Rubén, y su hijo, Maxilimiliano Sebastián (3).
¿Cómo se inicia tu afición por la música?
Fue motivada por mi mamá, Máxima, que me inicié en el estudio de la música desde muy pequeña. Ella también fue alumna de la carrera de Canto Lírico, pero no tuvo la oportunidad de culminar sus estudios, porque contrajo nupcias muy joven y, posteriormente, vinieron los hijos. Soy la mayor de seis hermanos, y ella siempre deseó y se empeñó en que me pueda desarrollar en el mundo del arte y la música; me brindó todas las herramientas. Inicié mis estudios a los seis años, momento en el que empecé a aprender todo lo relacionado a la música: piano, guitarra, canto y violín. Hoy puedo decir que finalicé a cabalidad la carrera de Canto Lírico y Profesorado Superior en Música.
¿Cuándo se alza tu nombre como artista?
Después de ganar el Festival del Takuare’e en 1999. En aquel momento empezaba a desarrollar mi carrera en el canto popular y folclórico; poco tiempo después pasé al escenario de la lírica, ya que desde muy pequeña soñaba con cantar ópera, pero nunca creí que lo podría conseguir en el Paraguay. No obstante, desde el 2004 formo parte de la Compañía de Ópera de la Universidad del Norte (UniNorte), destacándome hasta la actualidad como soprano principal. En todo este tiempo me ha tocado interpretar más de 36 puestas en escena, lo que me llena de orgullo, ya que me otorga el récord en el Paraguay en óperas cantadas.
¿En qué momento se da ese paso que te impulsa a ser una consultora cultural?
En el ámbito artístico tratamos de darnos la mano entre todos. Lo que me impulsó fue que, en el 2012, fuera electa por la Cámara de Senadores para formar parte del Fondo Nacional de la Cultura y las Artes (Fondec). Así inicié mi desarrollo en gestión artística, aunque mis funciones me obligan a dejar un poco de lado los escenarios. Hace cinco años vivo en Encarnación, donde colaboro de forma voluntaria en la asesoría cultural en el Departamento de Cultura de la ciudad, pero todas las semanas me traslado hasta Asunción para cumplir con mis obligaciones como miembro del consejo directivo del Fondec.
Considerando la distancia que existe entre Asunción y Encarnación, ¿cómo hacés para cumplir con ambas funciones?
Es un sacrificio enorme y, muchas veces, me pregunto si vale la pena o no, pero al ver que se desarrollan los trabajos me siento muy gratificada. La gestión cultural que estamos instalando hoy impulsa la descentralización de los fondos de la cultura. Lastimosamente, el 80 % de ese monto se queda en Asunción y Central. En cada viaje que hago desde Encarnación para ser parte de las sesiones del Fondec –que son desarrolladas cada miércoles– mi función, también, es hacer conocer nuestro trabajo en cada municipio, así como visitar a los artistas. Lastimosamente, en nuestro país siempre está de por medio la política, por lo que, muchas veces, los emprendimientos culturales no pueden avanzar.
Como artista que sos, ¿considerás que el país apoya realmente al talento paraguayo?
Ya me tocó pisar muchos escenarios alrededor del mundo y en el Paraguay no existen suficientes recursos para la cultura; todo es autogestión, porque si uno no gestiona sus propias producciones, no sobresale. En nuestro país no existe esa cultura de exportar nuestros artistas y talentos sobresalientes.
¿Cuál es el mayor reto cultural para Encarnación en este momento?
Es una ciudad hermosa que crece a pasos agigantados y es sumamente necesario un teatro, porque los artistas encarnacenos están a la altura de cualquier escenario de la región. Existe un gran grupo de gestores culturales que están solicitando los fondos para que este proyecto pueda ser posible. Es la ciudad que elegí para vivir y en la que quiero ver crecer a mi hijo. Es una ciudad segura, bella, y de gente noble y trabajadora.
¿Y a nivel país?
La necesidad imperante que tienen todos los artistas paraguayos en este momento es que se valore su arte; no obstante, no se puede apreciar lo que no se conoce. Es sumamente importante impulsar nuevas políticas culturales, además de habilitar escenarios y espacios para nuestros artistas. Estoy convencida de que, siempre que existan voluntad política y talento, el Paraguay podrá alzarse culturalmente.
Con el firme propósito de ayudar a fomentar el talento de jóvenes artistas y de la cultura en general, su vocación por la música la impulsa a no bajar los brazos y pensar en un renacer artístico del Paraguay.
Rebecca Arramendi
Cantante lírica que se destacó como primera soprano en infinidad de óperas, se desempeña, además, como gestora cultural en el Fondo Nacional de la Cultura y las Artes (Fondec) y colaboradora voluntaria en el Departamento de Cultura de Encarnación.
Fondec
Con la misión de promover y financiar las actividades culturales, el Fondo Nacional de la Cultura y las Artes (Fondec) es una institución pública abocada a apoyar los proyectos culturales en todas las disciplinas artísticas.
No obstante, según un informe presentado en el Encuentro Iberoamericano sobre Financiación de la Cultura, celebrado en Lima, en el 2012, el Paraguay se encuentra en el último lugar entre los países sudamericanos a la hora de invertir en cultura. La inversión paraguaya es la menor de la región, con apenas 0,4 %. Fuente: Archivo ABC Color.
nadia.cano@abc.com.py
Fotos Heber Carballo, archivo ABC Color