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¿Cómo se inició tu afición por la cosmética?
Empecé a inclinarme hacia el arte desde pequeña. Disfruto mucho de la pintura, el diseño, la música, pero fue recién hace dos años que comencé con las capacitaciones relacionadas al maquillaje y, posteriormente, con mis creaciones, producciones, sesiones de fotos, cambios de looks y diseños en henna.
¿Cómo incursionaste en el rubro?
Mis primeros pasos fueron en el Estudio Oscar Mulet, que actualmente es el Estudio de Maquillaje Caro Benítez. La profesora Zora Martínez me ayudó bastante allí durante mis años de estudio y, a pesar de que no pude finalizarlos en ese centro, ella fue la primera en enseñarme; lo que reconozco y agradezco.
¿La belleza siempre fue tu única opción?
Para nada. Antes de lanzarme hacia la cosmética era estudiante de Derecho en la Universidad Nacional de Asunción (UNA), carrera que dejé en el 4.° año para dedicarme por completo al rubro del arte en general.
¿Pensás retomar la universidad en algún momento?
No lo tengo pensado. Guardo conmigo los conocimientos de esos años y la experiencia, pero la verdad es que no pienso mucho en retomar mis estudios. No obstante, uno nunca sabe qué puede pasar finalmente.
¿Cómo recordás esa primera experiencia como profesional?
Fue algo loco, porque fue como ir a un sitio sin saber realmente adónde me dirigía, pero una vez allí, empecé con fuerza y, desde ese momento, no paré; aunque al principio fue complicado que la gente crea en mí sin conocerme. Siempre trato de mostrar únicamente mis trabajos, por lo que creo que cada vez más gente me está conociendo, identifica mi trabajo y el estilo de mi maquillaje.
¿Cómo compaginaste durante aquellos meses el estudio con tus otras actividades?
Fue una locura, pero mi lema es: “Si no te movés, no sonás”. Todo conlleva un trabajo arduo y sacrificado, pero se trata, por encima de todo, de mucha perseverancia. Incluso, escribí una canción al respecto: If you don’t move, you don’t sound.
¿Escribís solo por hobby?
En realidad, me dedico a la música desde hace más de siete años. Es mi primera vocación y escribir es otra de mis grandes pasiones.
Tenés tu propia línea. ¿Cómo se dio ese paso?
Era algo en lo que llevaba tiempo pensado. El inconveniente fue que no disponía del capital necesario, más que nada. Con el tiempo, obtuve el monto necesario y, tras varios viajes e investigaciones, encontré un laboratorio acorde a lo que necesitaba; fue así como arranqué con mi emprendimiento. Hoy son las pestañas The Little Makeup, pero muy pronto vendrán más cosas. Me gusta dar sorpresas. Además, ofrezco un servicio novedoso de tatuajes temporales de henna, que pueden ser realizados de forma estética en varias zonas del cuerpo.
¿Dónde se puede adquirir tu marca de pestañas?
A través de www.thelittlemakeup.com, sitio en el que, además, se pueden conocer todos los proyectos o cursos de maquillaje. También están a la venta en la tienda María Adela o en mi estudio de maquillaje –Las Palmeras y Choferes del Chaco–.
¿Cuáles son tus objetivos profesionales?
Principalmente, seguir aprendiendo y compartir mis conocimientos con las personas que tengan el interés de aprender.
¿Proyectos para este año?
Tengo pensado sacar al mercado local más productos de belleza, pero los reservo al factor sorpresa, por el momento.
Abocada por completo al área de la belleza en general, en la que sobresale por sus innovadores servicios, Nina traza un nuevo futuro a la cosmética paraguaya, y dará sorpresas este año.
Nina Heinichen
Capacitada en los EE. UU., es una emprendedora con amplia visión artística y profesional. Maquilladora y videobloguera, lanzó al mercado local su propia línea cosmética de estilo americano: The Little Makeup, by Nina, marca que piensa ampliar.
Tatuajes de henna
Decoraciones corporales que no son permanentes, los tatuajes de henna se hicieron populares en Marruecos y la India, para cuyas bodas tradicionales se cubre a las novias de tatuajes de henna a efectos de llamar la atención sobre la belleza de sus cuerpos. Exóticos y de considerable gracia, estos tatuajes usan una tinta temporal a base de henna, lo que atrae a mujeres de todo el mundo, que no se animan a marcarse la piel con un tatuaje permanente. Los tatuajes de henna tienen una duración de tres a seis semanas, dependiendo de su nivel de temperatura corporal, de dónde se aplica la henna y con qué frecuencia se lava el área de teñido.
Texto Nadia Cano || nadia.cano@abc.com.py
Fotos David Quiroga, gentileza