Historias tras la ropa

Nos levantamos por las mañanas y nos ponemos unos jeans, una camisa, un saco o lo que sea, sin conciencia de todo lo que sucedió mucho tiempo atrás para que esas piezas existan. En otra edición abordaremos los procesos de fabricación y cuánto compone técnicamente una prenda, pero hoy quiero contarles algunas anécdotas y datos curiosos acerca de los hechos que delinearon las características de lo que vestimos todos los días.

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Blazer

Este clásico de sastrería fue popularizado en el entorno militar. Una de las tantas historias sobre su emersión es que el capitán de la embarcación inglesa, bautizada como HMS Blazer, se aburrió de la apariencia desarreglada de su tripulación. Entonces, bocetó una chaqueta azul abrochada con botones metálicos y la implementó como uniforme. Paulatinamente, numerosos detalles del diseño del blazer evolucionaron por diferentes motivos. Uno de los más extraños es el de los botones de las mangas. ¿Nunca te preguntaste para qué sirven? Bueno. Resulta que la idea de ubicar esas piezas redondas y planas a la altura de los puños o las muñecas germinó en la creatividad de un general corso. Hastiado de que los soldados bajo su mando se limpiaran la nariz en las mangas del blazer, Napoleón Bonaparte, emperador de Francia, encontró en esta incorporación una manera de obstaculizar el mal hábito de sus subordinados.

Cárdigan

James Thomas Brudenell –más conocido como earl de Cardigan Séptimo o 7.º conde de Cardigan, quien comandó la Brigada Ligera en la batalla de Balaclava, desatada en el marco de la Guerra de Crimea (1853-1856)– un día se cansó de despojarse del suéter por la cabeza y quedar siempre despeinado. A raíz de esta incomodidad, él mismo inventó el tan conocido saco tejido con botones que, aún hasta el hoy, invoca su apellido.

Jeans

Estos infaltables en todo guardarropa, que contemplan muchísimas formas, tiros y cortes apuntando a adecuarse a cada cuerpo y ocasión, encuentran sus orígenes en 1871. Surgió como ropa de trabajo o faena para vaqueros, mineros y recolectores de algodón, debido a que los jeans son fabricados con un tejido llamado “denim”, de 100 % algodón de ligamento sarga (como la gabardina), superresistente. Jamás los vistió ningún miembro de la aristocracia, situación que cambió radicalmente en la década del 50, cuando el bello actor estadounidense de cine, teatro y televisión del momento, James Byron Dean, se mostró con ellos en la pantalla del séptimo arte. Así, su uso se extendió a todos los rincones del mundo y terminó convirtiéndose en el verdadero clásico que es en la actualidad.

Trench

En español “trinchera”, palabra que lo dice todo, es una pieza de cuna castrense nacida durante la Primera Guerra Mundial. La utilizaban los soldados ingleses para protegerse de las condiciones climáticas de las trincheras francesas, su textura es liviana e impermeable. Sin lugar a dudas, la influencia marcial impulsó el giro de la indumentaria masculina y en la década del 50, grandes diseñadores, como los franceses Christian Dior y Coco Chanel, fueron pioneros en introducir estas tipologías masculinas en el armario femenino, ajustándolos a la silueta de la mujer y concibiendo una nueva moda, más democrática y homogénea para ambos géneros.

@tieffemberg

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