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El 24 de febrero se celebra el Día de la Mujer Paraguaya en homenaje a la Primera Asamblea de Mujeres Americanas llevada a cabo en 1867, más conocida como Reunión de las Residentas. En aquella ocasión, las mujeres se organizaron para donar sus joyas y apoyar, de algún modo, al país durante la guerra. En coincidencia con el mes de la conmemoración, el papa Francisco elogió una vez más a la dama de la tierra guaraní. “A mi juicio, la mujer paraguaya es la mujer más heroica de América. Después de la Guerra (contra la Triple Alianza) quedaban ocho mujeres por hombre e hizo esa gran opción de tener hijos, ¿no?, para salvar la patria, la lengua, la cultura y la fe. (…) Yo desearía que algún día el Comité del Premio Nobel le otorgara el Premio Nobel ¡a la mujer paraguaya! por haber salvado la cultura, la patria… ¡Heroica! ¡La propongo!”, dijo el Sumo Pontífice en una reunión mantenida con dos argentinos que habían sido exiliados a Suecia. La mención especial de Su Santidad causó revuelo en nuestro país. ¿Un Premio Nobel?
“Me sorprendió personalmente. Ya conocía la opinión del papa respecto a este tema en particular. Si él quiere promover ese objetivo sería fantástico. Ya dependería de él hacer oficial la candidatura”, expresa el presidente de la Conferencia Episcopal del Paraguay, monseñor Claudio Giménez. Recuerda además la campaña que se viene impulsando desde hace un tiempo para que el doctor Ramón Artemio Bracho sea distinguido por la Cruzada de la Amistad que había emprendido. “Ahora tenemos dos casos concretos. Veremos cuál llega primero a buen destino”, dice. Explica, por otra parte, que la visita del papa podría darse apenas tenga un espacio en su apretada agenda. “La gente lo está esperando con mucho cariño. Ha contestado que vendría apenas tenga la oportunidad. No ha dado ninguna fecha, vendría cuando pueda”, señaló.
A partir de la mención de Francisco, la ministra de la Mujer, Ana María Baiardi, anunció que ya iniciaron las tratativas con la Cancillería Nacional para hacer oficial la candidatura de la Mujer Paraguaya al Premio Nobel.
En el país, el revuelo de la noticia es grande. “Es lo mejor que puede ocurrir”, dice la profesora y escritora Gladys Carmagnola. “Es el mayor homenaje que se puede recibir”, agregó.
Una mirada a la historia
El papa ya había demostrado con anterioridad su aprecio hacia las paraguayas. En una homilía, antes de convertirse en pontífice, alabó su abnegación y esfuerzo para salvar al país de la hecatombe posterior a la Guerra contra la Triple Alianza. “La historia oficial nos cuenta que la mujer fue la gran heroína de esa época, pero ellas fueron empujadas hacia una guerra. Debían mantenerse calladas, si emitían una opinión de desacuerdo eran encarceladas. Posteriormente, la construcción de una historia nacional transformó ese aparente silencio en abnegación, en patriotismo, en fidelidad a la patria”, manifestó la escritora Ana Barreto, cuyo campo de interés es la historia social y de género. En el contexto de la Guerra Grande, la mujer luchó mucho para sobrevivir. “La historia no siempre fue justa con ella, no la colocó como una pieza indispensable en el sostenimiento del conflicto por parte del ejército paraguayo. La historia le puso un uniforme y un sable en la mano y creó, con una figura juvenil, la defensa estoica durante una batalla ofrecida a la patria y al mariscal”, critica Barreto.
Es un homenaje
Por su parte, Clara Rosa Gagliardone, abogada feminista y expresidenta de la organización Kuña Aty, señaló que las expresiones del papa deben ser tomadas con prudencia. “Creo que debemos entender las palabras de Su Santidad como un homenaje a las damas de esta tierra. Yo creo que lo mejor es agradecer la mención y no hacer mucho alarde”, sostiene. Además, propone enviar una delegación de mujeres paraguayas humildes para agradecerle al Pontífice tanto cariño. “Que vayan 100 mujeres entre las que se encuentren campesinas, indígenas, profesoras, las yuyeras del mercado y no aquellas que puedan sacar rédito político de ello”, puntualizó.
Situación social
En la actualidad siguen los casos de violencia de género en nuestro país, un punto pendiente para el Estado paraguayo. “Existe demasiadas faltas con respecto al cumplimiento de las leyes que protejan a la mujer. El machismo debe ser erradicado, aunque parezca imposible. En 30 días murieron siete mujeres. ¡Es lamentable! Estamos mal. Pobreza, difícil acceso a la educación en los sectores carenciados, violencia familiar y mortalidad materna son los problemas que persisten. Lastimosamente no se cumplen las leyes en nuestro país”, reflexiona Gagliardone, quien además exhorta a trabajar para mejorar la condición de vida de las mujeres paraguayas. Ana Barreto, por su parte, se pregunta por qué un país con una historia en la que la mujer cumple un papel muy importante sigue siendo tan machista. “Creo que el mejor premio que podemos recibir las mujeres es el respeto de los hombres y de nosotras mismas”, finalizó.
Texto jose.riquelme@abc.com.py