Genuina oscilación

Al batir sus alas, una mariposa despliega la belleza de un ciclo complejo, relacionado con las características de un medio determinado. Si relacionáramos la premisa con la evolución que consigue plasmar el oficio actoral, ese cosquilleo de colores en el aire, esa visión etérea que –sin duda alguna– provoca el arte en los sentidos, podríamos decir que la metamorfosis es permanente.

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Afianzando esas sinestesias en nuestra escena cultural, la actriz Leti Panambi conjuga un potente caudal interpretativo que no se detiene, sino busca nuevos enfoques relacionados con su entorno.

Es así que tras sus participaciones en diversos planteamientos dramatúrgicos, conquistó un espacio que sirve para direccionar mensajes cargados de construcción creativa.

A un día del estreno de la obra Mi esposa me quiere casar, conversamos con ella sobre el bagaje que continúa afianzando.

Luego del éxito de la obra Camalote, describinos el proceso de creación actoral al que te adentraste junto con el director y el elenco.

A partir del texto generamos propuestas de situaciones, construyendo a través de improvisaciones los diferentes personajes posibles y sus conflictos. Además de la visita del elenco al mercado, la observación directa y la conversación con las propias trabajadoras sobre diferentes aspectos de sus vidas, fijándonos especialmente en las situaciones cotidianas que les afectan. La experiencia en el río, en el cruce en bote con las mercaderías, la vivencia directa, fue muy enriquecedora para comprender mejor la sociología y las peripecias que sufren. Me encanta pasear e ir de compras al mercado, observar a las vendedoras en ese quehacer, a veces, pícaro, gracioso; otras, violento y muy desgarrador, por el grado de injusticia y sufrimiento que les aqueja.

Al representar a una persona con discapacidad en la obra Morbo, ¿cuál fue el bagaje interpretativo al que te adentraste?, ¿cómo se plasma desde el teatro y sus elementos esas características de un modo de ser, una conducta, una condición patológica mental y se logra la representación sin caer en lugares comunes, respetando incluso el texto?

Soy muy detallista. Me interesan mucho las diferentes expresiones del ser humano.

En este caso, las limitaciones son creadas por la sociedad. Antes que explorar en las capacidades y desarrollarlas, existe una barrera excluyente. Mi personaje tenía limitaciones físicas, pero un alto sentido ético y compromiso con la verdad.

Los valores sustentados por estos niños, en muchos casos, están ausentes en personas sin discapacidades aparentes, sobre todo en la esfera pública.

Tu timbre de voz suena exquisito. En ese sentido, ¿actuar el tono, otorgándole matices diferentes de acuerdo a cada personaje, resulta igual de desafiante si lo comparamos con lo que el espectador ve en escena?

La dedicación al oficio, el trabajo actoral exige preparación adecuada para ofrecer un buen espectáculo y agradar al público. La diversidad expresiva de la actriz se logra con una labor de búsqueda permanente. Los personajes exigen originalidad e identidad diferenciadas que dibujen múltiples características, evitando así el encasillamiento en la interpretación. Busco evitar los estereotipos, dándole un perfil auténtico y único a cada rol. Eso exige ductilidad y dedicación. Creo en mi trabajo y, sobre todo, en la capacidad creativa.

Hay un auge por plasmar y contar nuevas historias en las que el papel de la mujer cobra sentido coyuntural, realista, y los dramaturgos confieren piezas de alto nivel estético. ¿Cuál es tu posicionamiento al recibir estas historias y tu función como artista que refleja las vivencias de los demás en su psique?

Soy parte de la lucha de las mujeres por una vida más digna, equitativa y justa que persigue mejores parámetros en la sociedad. Mi trabajo como artista conlleva la responsabilidad social de promover nuestros derechos. Creo en un arte comprometido que dignifique los valores humanos. Prefiero las obras con mensajes contundentes, esas que ayudan a transformar la vida, generando una nueva conciencia más fraterna sobre las relaciones cotidianas.

Al alejarnos eventualmente de las salas convencionales de teatro, llevando propuestas escénicas a sitios alternativos, imaginá esto: llegar con los ojos vendados al lugar en el que se llevará a cabo la obra. En relación con eso, ¿cómo o qué mecanismos sensoriales y de concentración activa el intérprete para conocer su espacio, posicionarse con sus elementos, y fluir en escena de acuerdo a los requerimientos del director y el libreto?

El reconocimiento del espacio, el contacto con los objetos, tratando de descubrir sus detalles, las posibilidades del movimiento, explorando la relación causal del cuerpo con el lugar. Entiéndase, en ese sentido, la proyección de la voz, utilización de la estructura física del local, adaptación y transformación a los fines del personaje y la obra. El escenario siempre es un espacio a construir.

¿Teatro clásico o popular?

Ambas corrientes deben ser trabajadas por una actriz. Tienen exigencias diferentes, y es bueno conocer y utilizar los instrumentos propios de dichas escuelas. El repertorio de un elenco debe integrar obras clásicas y populares, y las actrices debemos estar preparadas para enfrentar sus desafíos. Amo el teatro popular bien hecho, no aquel que se confunde con lo chabacano, grosero, de mero divertimento fácil. El que me gusta es exigente desde el contenido, forma, y requiere dedicación especial, manejo de códigos y lenguaje inherente a la gente.

¿Necesita la escena teatral reforzar aspectos de dinamismo en cuanto a las producciones alternativas, ajenas a la predestinación de fondos culturales o de otro tipo, y cuáles podrían ser estos puntos, teniendo en cuenta que, finalmente, el oficio actoral también es un trabajo remunerado?

Formar un público a través de la multiplicación de espacios alternativos, mediante actividades que dinamicen aún más la cultura y potencian el acceso a diferentes estamentos. Los medios masivos de comunicación tienen una misión que cumplir, promocionando mucho más el arte teatral y a sus cultores. Los programas escolares también deben insistir con la asistencia al teatro. Los gremios de trabajadores y la universidad se olvidaron de esta actividad; por lo cual, las instituciones culturales deberán apoyar decididamente la promoción de nuevos mecanismos para reforzarla.

Debemos recuperar el gran teatro nacional de los López, contar con una ley de teatro y de seguridad social al artista, y crear el instituto nacional de teatro. Con todo esto, podremos ir generando la formación universitaria del actor e impulsando festivales e intercambios internacionales. Esto se logrará solo si el público asiste cada vez más a las propuestas. Eso es fundamental.

¿Qué proyectos tenés en cuenta?

Empezaremos la gira con Camalote, esperando llegar a varias ciudades y mercados del país. Mañana estrenaremos Mi esposa me quiere casar con Equipo Teatro, el capísimo Augusto Toranzos y la dirección de Luis Troche. En setiembre trabajaré en El Flautista de Hamelin, obra infantil con un superelenco y la dirección de Osvaldo Molinas. Finalmente, en octubre, una nueva propuesta con mi queridísimo César Portillo, deseando que antes de fin de año hayan nuevos proyectos para hacer cine, más teatro y que los canales apunten de nuevo a la ficción.

El escenario fluctúa y así lo hacen también quienes integran su esencia. Dedicarse a la actuación, explorar los distintos lenguajes que constantemente mutan y reinventan obras de toda clase ubican a los intérpretes en un flujo creativo inmensurable, pero lleno de atribuciones propias de cualquier transformación. Oscilar con genuino compromiso y plasmar la realidad entre escenas, monólogos, comedia o drama es una libación artística en la que Leti Panambi se encuentra, y gracias a sus cualidades –y las de quienes integran este ciclo– las metáforas surgen por sobre la cotidianeidad, regalando ejercicios de dinamismo social.

Leti Panambi

Una de las actrices más versátiles que nos regala la escena local, se mueve entre varios géneros y propuestas, remarcando su profundo compromiso con la coyuntura social y el afianzamiento del lenguaje cultural alternativo.

De vueltas y casamientos….

Bajo la dirección de Luis Troche y la producción de Equipo Teatro, las idas, vueltas y disparatadas actitudes rutinarias de una pareja casada –más bien, cansada de compartir lo que alguna vez los llevó a convivir– es lo que plantea la comedia Mi esposa me quiere casar. El texto navega por las peripecias de un matrimonio, preguntas casi existenciales del porqué continúan compartiendo sus vidas pese al hartazgo y al mismo tiempo, y se detiene en lugares comunes de cualquier tipo de intimidad. Desde mañana, en el balcón de la compañía (México 1073 casi Teniente Fariña), Leti Panambi Sosa y Augusto Toranzos plasmarán un matrimonio fuera de lo común, e invitarán al público a replantearse el compromiso, los valores y, por sobre todo, a una risa inteligente. Para reservas, horarios y costo de las entradas, pueden ingresar a la fanpage de Equipo Teatro.

carlos.canete@abc.com.py

Fotos: Diego Peralbo, gentileza

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