Exquisito sabor

Adoptando técnicas reconocidas en la gastronomía y fusionando el uso de ingredientes sustentables desde la producción, el emprendimiento Umami surge para potenciar las virtudes culinarias de dos jóvenes que plantean descubrir nuevas experiencias de sabor con sus recetas e invitan a experimentar múltiples sensaciones.

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Umami es un curioso término japonés que da nombre al quinto sabor, el que hace referencia a aquellos alimentos tan deliciosos e intensos que no se pueden describir de otra forma. Un nuevo emprendimiento gastronómico encarna a la perfección su significado, ideal para definir su esencia.

“En realidad, la palabra quiere decir exquisito en japonés. Su uso se da hace aproximadamente 40 años y al emplearlo nos referimos a un realce en los sabores convencionales”, explica Pepi Malatesta, uno de los chefs que lidera el proyecto.

“Empezamos hace varios años. Desde el año pasado trabajamos juntos en esta línea de conservas, dulces y mermeladas, fijándonos también en la panadería y catering, que buscamos direccionar desde otro espacio que intensificaría la propuesta”, agrega la también chef de la iniciativa Laura Iranso.

“Ofrecemos varias conservas clásicas, como las berenjenas al escabeche; dulces y mermeladas de moras, morrones y frutas de estación, proveyendo a varios locales más el servicio de entrega”, acota Malatesta.

Ingredientes sustentables y costos accesibles

“Conseguimos lo necesario, para las preparaciones en el mercado de productos orgánicos. Les solicitamos a los vendedores y ellos buscan ingredientes frescos, recientemente cosechados. Al tratar con productores, los costos son accesibles. Hace tiempo que tratamos con las mismas proveedoras y lo seguiremos haciendo”, señala Laura.

“Las conservas son naturales, sin preservantes ni aditivos o colorantes. Les ponemos azúcar o sal, dependiendo de la receta, además de un poco de vinagre si es necesario, buscando que los productos mantengan la mayor calidad”, enfatiza la profesional.

“Por ley, todos los productos deben tener fecha de vencimiento, pero las conservas, en realidad, están hechas para durar hasta seis meses luego de ser abiertas, siempre que se preserven en la heladera. Los panificados sí duran mucho menos, por lo cual deben consumirse por completo, a más tardar, dos días después de su elaboración y así disfrutar al máximo el sabor”, explica Pepi.

“Tenemos frascos de mermeladas desde G. 25.000. Las conservas de berenjenas cuestan un poco más. Los costos varían un poco de acuerdo al tamaño e ingredientes”, concluye el especialista.

Los productos de Umami se pueden adquirir en Loma Resto Bar, D’Alessandro Pizzería, Café Consulado y también reciben pedidos a través de su página de Facebook: Umami/fb.

Más allá del deleite que provoca en estos jóvenes la experimentación culinaria, generando sensaciones, Umami apunta también a un objetivo social y político. “El mercado gastronómico está muy ajeno a su responsabilidad con la sociedad, evidenciada en la utilización de la materia prima y el trabajo en la tierra; eje transversal de nuestra realidad como país. Por esa razón buscamos un punto local a desarrollar con conciencia en lo que hacemos, expandiéndola con nuestra propuesta, ya que –además de ser un negocio– queremos crear conocimiento sobre lo que nuestros clientes consumen”, finalizan los emprendedores.

Fotos: Virgilio Vera, gentileza

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