Etiqueta empresarial I

Saber comportarse en un almuerzo de negocios, en un cóctel o en el trabajo, día de día, se volvió algo fundamental para el futuro de la carrera de los jóvenes y de los profesionales con experiencia.

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La etiqueta empresarial es la herramienta necesaria para proyectar una imagen exitosa, positiva y segura, tanto en el área laboral como personal.

Existe lo que se denomina protocolo empresarial. El protocolo no es algo exclusivo de reuniones sociales. En el ámbito laboral también se hallan normas de comportamiento, vestimenta, cultura y de relacionamiento. La etiqueta moderna adaptada al siglo XXI no tiene nada de parecido con la antigua, basada en reglas rígidas de comportamiento. Hoy en día, esa palabra se refiere a la calidad de relacionamiento entre personas. Para los ejecutivos, empresarios, políticos, estudiantes, profesionales y amas de casa son muy importantes los conocimientos de las reglas de etiqueta y protocolo, pues estas van desde la imagen, las relaciones de familias, amistades, esposos entre sí, relaciones laborales y hasta con el público en general.

Hablando de imagen, la etiqueta nos define que el aspecto físico, la vestimenta, el arreglo personal, los gestos y el lenguaje forman parte de la imagen que proyectamos, y es fundamental para causar una buena primera impresión.

Vestimenta empresarial

No hay duda de que nuestra forma de vestir dice mucho de nuestra imagen personal y, nos guste o no, también de la empresa o institución a la que representamos. Todas las empresas adoptan comportamientos y trajes de acuerdo a su cultura interna. Las multinacionales, principalmente, las de orígenes europeos, tienden a ser más conservadoras, en tanto las de América del Norte y del Sur tienen un carácter más informal. El estilo de la empresa se refleja en la vestimenta de su directiva y funcionariado. Aprender a vestirse en un entorno empresarial no solo significa conocer el código de vestimenta de la compañía, sino también comprender la forma de vestimenta, de acuerdo a la posición o el cargo que se desempeña en la empresa. Si el código de vestimenta de la compañía es casual de negocios, pero haces ventas fuera para ejecutivos, entonces tendrás que usar traje regularmente. Si se conoce las reglas de etiqueta para vestir en un entorno empresarial, entonces se puede ampliarlas para incluir a las necesidades específicas. Algunas empresas adoptan el casual day un día a la semana, generalmente los viernes, para descontraer un poco el ambiente de trabajo. Así, los caballeros se “liberarán” del uso de la tenida formal.

El traje llamado casual para caballeros consta de: pantalón de algodón, camisas de algodón lisas, a cuadritos o listadas (mangas cortas en el verano y largas en el invierno), mocasines y medias de algodón. Un suéter en los hombros para cambios climáticos es una prenda complementaria. En algunos casos se permite el uso de pantalones vaqueros.

Para las mujeres el casual day no ofrece demasiadas variantes, pues proyectar una imagen llamativa no resulta adecuada. No obstante, un buen pantalón de algodón, una blusa por encima y tacos bajos es una cómoda y conveniente opción.

Piezas claves

Vestido enterizo entallado en tonos beige, bajo la rodilla y chaqueta del mismo color.

Vestidos rectos negro o azul (sobre todo para quienes no tienen una figura estilizada) y chaqueta de igual color o con detalles de otra tonalidad que haga un contraste elegante (blanco, beige, entre otros). Traje de pantalón y chaqueta en los tonos citados o en otros, siempre discretos. Calzados clásicos con taco medio en negro, marrón y beige.

Cartera de diseño clásico negro o marfil. Medias de nailon color piel o un poco más oscura.

Las propuestas mencionadas posibilitan ampliar el guardarropa, sea combinando las piezas o añadiendo blusas de colores variados. En cuanto al maquillaje y a las uñas, todo debe estar impecable, pero sin estridencias.

Tips importantes para ser un gran profesional

La tarjeta de presentación debe estar impecable, sin tachaduras o teléfonos escritos de puño y letra.

En el trabajo solo existen las jerarquías y el género pasa a un segundo plano, así que no es necesario aquello de abrir la puerta o dejar pasar primero a las mujeres.

Si se utiliza una lapicera para hacer una presentación o firma de convenio, hay que asegurarse de que pinte y de utilizar modelos sobrios (de preferencia, sin logotipos de la empresa). En una comida de negocios se debe evitar las bebidas alcohólicas. Lo ideal sería comenzar hablando de temas coloquiales y dejar la presentación formal para la hora del café. Por ello, el protocolo es una buena inversión porque ayuda a plantear una serie de actuaciones necesarias que permiten grabar inequívocamente la marca y la empresa, en la mente de las personas.

Recuerda: “Viste vulgar en una empresa o compañía y solo verán la ropa, viste elegante y verán a la persona”.

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