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Actualmente, muchos investigadores la califican como un “superalimento”, a pesar de que durante varios años tuvo que cargar con la mala fama que le acarreó su alto contenido de azúcar en comparación con otras hortalizas. La remolacha se hizo popular en la época de los romanos, quienes la utilizaban para bajar la temperatura de la fiebre, curar el estreñimiento, cicatrizar heridas con su aplicación sobre la piel, pero, además, la aprovecharon como afrodisíaco natural. Los innumerables estudios afirman que su ingesta potencia el rendimiento deportivo y regula la presión arterial, entre muchos otros provechos para la salud.
“Una remolacha cruda contiene aproximadamente 60 cal, 13 g de hidratos de carbono, 4 g de fibra y 2 g de proteína. Proporciona 1 % de las necesidades diarias de vitamina A, 2 % de calcio, 11 % de vitamina C y 6 % de hierro”, cuenta la licenciada en Nutrición, Carolina Sosky. Asimismo, asegura que en esta raíz están presentes, principalmente, el ácido fólico, potasio, magnesio, hierro; las vitaminas A, B6 y C; además de tiamina, riboflavina, ácido pantoténico, colina, betaína, fósforo, zinc, cobre y selenio.
Un artículo publicado en 2008 por la revista americana médico-científica Hypertension examinó los efectos de introducir 500 ml de jugo de remolacha en la alimentación de personas sanas. Se descubrió que la presión arterial de los participantes disminuyó significativamente tras la deglución. Asimismo, científicos de Wake Forest University se sorprendieron al caer en la cuenta de que beber jugo de remolacha eleva la oxigenación del cerebro y, por ende, desacelera el avance de la demencia en los adultos mayores.
Carolina Sosky menciona que la remolacha concentra un antioxidante conocido como ácido alfa lipoico, el cual modera los niveles de glucosa y mejora la sensibilidad a la insulina. “Los fitonutrientes y flavonoides que proporcionan su color son poderosos antioxidantes que previenen el cáncer. Se demostró que se reduce la formación de tumores con el consumo regular del extracto”.
Las embarazadas también pueden resultar altamente favorecidas con las virtudes de esta raíz, ya que impide el desarrollo de deficiencias durante el proceso de gestación de los niños.
Cómo incorporarlas
“Las remolachas pueden ser hervidas, cocidas al vapor o consumidas crudas y en jugos. Se pueden mezclar con otros ingredientes y saborearlas en comidas y batidos; en la justa medida”, acota Sosky. La nutricionista elaboró dos prácticas recetas, a las que agregó el superalimento.
Jugo superantioxidante
Ingredientes
- 1 remolacha
- 1 naranja
- Hojas de menta
- 1 manzana
- 1 pizca de jengibre
Preparación
Licuar los ingredientes y colar.
Gazpacho
Ingredientes
- ½ kg de remolacha
- ½ kg de tomates maduros y limpios
- ½ morrón verde
- 1 diente de ajo mediano
- 2 cdas. de vinagre
- 2 cdas. de aceite de oliva
- ½ vaso de agua
- Sal, a gusto
Preparación
Trozar los ingredientes y colocarlos en un bol con el aceite, el vinagre y la sal. Licuarlos y llevar el preparado a la heladera.
Texto dbattilana@abc.com.py