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Recientemente, en la Perla del Sur, se presentó una comedia de éxito no solo mundial, sino también nacional. La pieza estrenada el año pasado en Arlequín Teatro, bajo la dirección de Pablo Ardissone, es una adaptación de Toc Toc, obra del dramaturgo francés Laurent Baffie, que aborda el trastorno obsesivo compulsivo (TOC). El tema merece nuestra atención.
Consultada sobre el mismo, la licenciada en Psicología Claudia María Viola Cacavelos explica: “Es un trastorno mental, de la clasificación general de trastornos de ansiedad, que se caracteriza por pensamientos, sentimientos, ideas y comportamientos repetitivos que impulsan a una persona a realizar una actividad determinada. Caso contrario, le genera altos índices de ansiedad y sufrimiento”.
Quienes padecen TOC tienden a obsesionarse con elementos, situaciones o personas, lo que les lleva a manifestar conductas compulsivas que, finalmente, se calman. Un ejemplo de esto lo encontramos en los que verifican una y otra vez si pusieron llave a la puerta del vehículo o la casa, o se lavan reiteradamente las manos después de manipular algún objeto.
“La obsesión y compulsión no se observan solamente a través del accionar, también se detecta a nivel ideológico. Es decir, el afectado siente miedo de permanecer en un ambiente contaminado por gérmenes, a raíz de lo cual prefiere limitar su relacionamiento con el entorno. Es fundamental recalcar que ejecutar estos actos no le reporta placer; sin embargo, tras haberlos hecho, la preocupación es menor”, señala. Al mismo tiempo, acota que las obsesiones frecuentes son el temor a encontrarse a sí mismo o que los demás se hallen en peligro, la necesidad de mantener el orden y la exactitud, y la presencia de dudas excesivas. En respuesta ritualista a estas inquietudes, las personas se lavan las manos o arreglan su espacio. En muchos momentos, estas son conscientes de las conductas inadecuadas y dificultades que presentan, aunque no reconocen el problema.
Origen y prevalencia
Las causas concretas de los TOC no están definidas, aunque algunos expertos las vinculan con la genética familiar e, inclusive, con alguna falla en el funcionamiento cerebral. Se recomienda recibir tratamiento médico y psicológico para controlar los síntomas existentes.
Los TOC aparecen a cualquier edad, pudiendo producir una significativa discapacidad. La Organización Mundial de la Salud los ubica entre las 20 primeras enfermedades discapacitantes, con una prevalencia del 0,8 % en los adultos y del 0,25 % en niños y adolescentes, y las incluye entre las cinco enfermedades psiquiátricas más comunes.
Asimismo, los resultados de diversas investigaciones científicas revelaron que los pacientes que sufren un TOC tienen una calidad de vida baja, ya que esta condición puede ser mental y físicamente agotadora.
Afecta la sexualidad
El tratamiento se inicia con la medicación de antidepresivos, ya sean estos los clásicos tricíclicos o los más modernos inhibidores de la recaptación de la serotonina. Conforme con estudios desarrollados, estos últimos cuentan con una eficacia de mejora en el 40 al 60 % de los pacientes. Generalmente, no ocasionan efectos secundarios o bien originan algunos que resultan asumibles. No obstante, “en muchas ocasiones provocan inhibición e inconvenientes para alcanzar el orgasmo, ya que funcionan aumentando los niveles de serotonina y, en consecuencia, reduciendo la impulsividad, ansiedad y, también, el deseo”, finaliza la psicóloga.
dbattilana@abc.com.py