Embarazo y posparto en forma

Recuperar las curvas femeninas tras ser mamá es la preocupación, dicha o no, de todas las mujeres. Con disciplina y perseverancia es posible. Juana Núñez, entrenadora, nos habla del tema y de una propuesta que rompe con los mitos durante y después del embarazo.

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La entrenadora personal Juana Núñez (33) está en el mundo del fitness desde los 18 años, época en la que comenzaba a impartir clases de spinning y body pump –bajo la certificación correspondiente, aclara– en varios gimnasios de la capital. Hoy, esta pequeña empresaria dirige su propio gimnasio y se apresta a finalizar la carrera de Nutrición. Es feliz mamá de un nene de dos años y una beba de 11 meses. “Mamá fitness no es un programa ni fue un proyecto. Nació naturalmente basado en mi propia experiencia. Yo, aun con 12 años en el mundo del gimnasio, durante mi primer embarazo no hice ejercicios físicos por tabúes y mitos. Para el segundo bebé, hice todo lo contrario y la diferencia se vio tanto en mi cuerpo como en mi estado de ánimo. Los resultados de recuperación posparto motivaron que muchas de mis amigas y clientas del gimnasio se animaran a hacer lo mismo durante su embarazo”, recuerda.

Respecto al momento en que una embarazada debería empezar a pensar en restituir sus formas, apunta que lo ideal sería que toda mujer planificara su embarazo. Un tiempo antes comenzar con las vitaminas correspondientes, recetadas por el médico, para poder llegar al peso normal saludable.

Asimismo, expone una propuesta que implica básicamente moverse durante el embarazo: “Mi trabajo es dentro de la sala de musculación con aparatos, es decir, lo que la gente llama pesas. Endurecer los brazos y levantar la cola también es posible durante el embarazo”. Acota que, siempre cuidando el estado de gravidez, se utiliza un monitor de frecuencia cardíaca para controlar las pulsaciones de la mamá y evitar que el rango de trabajo aeróbico sea sobrepasado. Por otro lado, Juana, quien cursó las especializaciones de personal trainer, sostiene que en el caso del posparto ya es posible practicar todo tipo de ejercicios de forma progresiva.

En su visión, los tratamientos estéticos no quedan fuera de las alternativas. “Soy fanática de ellos porque ayudan bastante, pero no es mi rubro. Igualmente, hay aparatos que no se pueden usar mientras damos de mamar. Se trata de un tema en el que son más entendidos los esteticistas y fisioterapeutas”.

No solo las muy jóvenes

Para ponerse a punto no hay edad, aunque es conveniente reconocer que, a medida que pasan los años, al cuerpo le cuesta más volver a su eje. “No es lo mismo un embarazo a los 20 años que a los 30”, advierte la entrenadora.

Menciona también que para realizar ejercicios es imperativo contar con un perfecto estado de salud, y que es el médico quien debe autorizarlo.

Si bien es cierto que todas las mujeres aspiran a una mejoría integral de su aspecto, generalmente algunas zonas del cuerpo les preocupan más que otras. En este sentido, Juana especifica: “El abdomen es lo que más piden y lo que más tiempo lleva. El entrenamiento puede ayudar hasta cierto punto, pero hay que tener en cuenta que nuestro útero debe volver a su tamaño normal. Recobrar la turgencia de la piel también conlleva su proceso”.

El peso de la herencia

¿Cuánto cuenta la genética en el restablecimiento corporal? Nuestra entrevistada admite que el factor genético siempre interviene a la hora de estar bien, no obstante, nos alienta: “No hay nada que la disciplina y perseverancia no puedan lograr”. En un mundo saturado de publicidad de perfección inalcanzable para el común, nos enfrentamos a la imagen de las modelos después de dar a luz. Núñez no lo esquiva e invita a mirar el lado positivo de este fenómeno, pues –en su opinión– la figura top nos insta a cuidarnos, arreglarnos y vernos bien durante el periodo de gestación. “Nos hace ver que no es una etapa para proyectarnos dejadas y aburridas”, indica.

Son muchas las deportistas que optan por la precaución y abandonan el entrenamiento. Sin embargo, según la experiencia y óptica de Juana, muchas de ellas pueden seguir practicando los mismos ejercicios, aunque moderando la intensidad y con ciertos cuidados. “Hoy en día es más normal ver mamás con panzotas entrenando”, puntualiza.

Finalmente, reflexiona que las prioridades cambian con la maternidad: primero, los hijos; después, nosotras. “No es tiempo para volverse loca con la apariencia física, pero si damos los pasos previos al embarazo correctamente y nos cuidamos durante los nueve meses, es mucho más fácil rescatar la silueta sin extralimitarse ni poner en riego la integridad.

lperalta@abc.com.py

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