El valor de saber saludar

El saludo es una práctica de cortesía y manifestación de deferencia y afecto. Corresponderlo tiene un gran valor expresivo. Su ausencia u omisión es considerado como falta de delicadeza o mala educación, aunque también puede demostrar desagrado e irritación.

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El acto del saludo dura fracciones de segundos que son suficientes para transmitir calidez, confianza, cortesía y hacer sentir bien a la otra persona.

Un poco de historia

En la Edad Media, los caballeros –para saludarse– “daban” la mano contraria al lugar en el que llevaba la espada –que solía ir colgada a la izquierda–; al ofrecer esa mano, el contrincante se aseguraba de que este no iba a sacar la espada de repente para atacarle.

Las formas en las que se puede realizar el saludo son múltiples: una mirada, una leve inclinación de la cabeza, unas palabras, estrechar las manos, besarse, etcétera. 

Siempre que se inicie un saludo, se deberá estar atento a la mirada, la sonrisa, la expresión verbal y el tipo de saludo a utilizar. 

Recuerde que existen normas para saludar y formas para hacerlo, como mirar a los ojos de su interlocutor; los jóvenes deben hacerlo primero ante personas de mayor edad y quien entra a un lugar siempre saludará a quien o quienes se encuentren en este sitio.

En el saludo entre varones y mujeres siempre serán ellas quienes opten de qué forma quieren ser saludadas, facilitando un gesto que lo demuestre. No es aconsejable “besar” a una persona que nos acaban de presentar. Este tipo de saludo es una forma más íntima, de mayor confianza y se debe tener en cuenta que hay personas que no quieren ser saludadas de esta manera.

Hoy en día, las personas viven distraídas, están llenas de estímulos, la tecnología las invade, se desconectan de una manera que podemos observar en los centros comerciales, restaurantes y hasta en las calles de la ciudad; se las ve caminando cabizbajas, mirando el celular u oyendo música con los audífonos. Este tipo de gente está vociferándole al universo que no es amistosa.

Los saludos son la manera con la que las personas expresan un gesto de cortesía y buena educación, así como un signo de “no enemistad”, en un principio. 

Saludar es más importante de lo que parece, ya que proporciona muchos beneficios y, por el contrario, no hacerlo provoca grandes pérdidas incalculables.

En el próximo material presentaré la manera correcta de saludar, el apretón de manos, los abrazos, los besos públicos, etc.

Hasta la próxima entrega…

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