El servicio de té

Disfrutar de un rico té y el intercambio social que se genera en torno a este es una práctica común en la mayor parte de los países. Pero, sin duda, en algunos de ellos, como el Japón, esta costumbre constituye una ceremonia muy especial.

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El té clásico, el cual se disfruta a la tarde, fue introducido a Europa en el año 1610 por la compañía Holandere de la Indias Occidentales.

Esta bebida milenaria es de origen chino. Cuenta la leyenda que el emperador chino Sheng-tun descubrió de manera casi fortuita una nueva bebida que iba a perpetuarse en el tiempo.

Una tarde, durante un paseo por el bosque, el soberano decidió descansar a la sombra de un árbol mientras bebía su acostumbrado tazón de agua hirviente. El otoño provocó que algunas hojas secas de este árbol cayeran en el recipiente. El emperador no dudó en probar el líquido que se había tornado marrón y desprendía un aroma penetrante y muy agradable. De esta manera, se bebió la primera infusión de té en el mundo.

En principio, debido a su alto costo, el té fue un lujo reservado a las clases altas de Europa, pero con la evolución de las sociedades su cultivo se hizo común, imponiéndose en la vida cotidiana de las familias. Existe una amplia variedad adecuada para las diferentes horas del día.

Para el desayuno

- Ceilán

- Assam

- Darjeeling

- Sikim

Los clásicos de la tarde son:

- Ceylan orange pekoe

- English classic

- Darjeeling

- Earl grey

Para después de las comidas

- Té verde

- Flores de jazmín o menta

- Té rojo

El té puede tomarse solo o con ingredientes que lo aromatizan; puede ser clasificado en distintas categorías, dependiendo de la manera como se procesen las hojas después de su recolección. Existen cinco grandes familias de tés puros, producidos todos a partir de las hojas de Thea Sinensis o Camelis Sinesis, arbusto originario de China. Dependiendo del proceso de fermentación y del momento de recogida de hoja, se obtienen las diferentes variedades conocidas: el té negro, el oolong, el rojo, el verde y el blanco.

El té negro

Es la variedad más conocida y la más aromática. Es también muy energizante, tiene propiedades relajantes y diuréticas. Los mejores tés negros proceden del norte de la India y de Sri Lanka, donde se dedican al cultivo y producción de este producto. Para disfrutar de esta variedad, hay que dejar el té durante cuatro minutos en agua. Se puede saborear con un poco de canela o acompañado de leche, pero solo lo justo para que enturbie el agua.

El té oolong

Se lo conoce también como té azul. Es una variedad semifermentada, se encuentra en medio del té verde y el té negro. Es diurético y depurativo –como el negro–, y antioxidante como el verde.

Proviene de China, pero mayoritariamente se produce en Taiwán. De sabor ligeramente dulce, necesita tres minutos de infusión.

El té rojo

Es el té adelgazante por excelencia. Pertenece a la familia de los semifermentados. Sus propiedades son muy buenas para los trastornos digestivos, ayuda a la pérdida de peso, al control del colesterol en la sangre y facilita la digestión. Se sirve con canela, limón o vainilla. Necesita cinco minutos de infusión.

El té verde

El mejor té verde proviene del Japón. Se elabora a partir de las hojas más tiernas de la Camelis sinesis. Se trata del mismo té (junto al blanco) que no se somete a fermentación, por lo que conserva más sustancias antioxidantes y un sabor algo diferente. Contiene altas cantidades de antioxidantes y vitamina c, y es muy diurético. El tiempo de infusión es bajo: apenas dos minutos.

El té blanco

Conocido también como el té de la belleza. Es producido únicamente en China. Es el más raro, escaso y difícil de encontrar. Se prepara con las primeras hojas del arbusto. Gracias a sus propiedades, se utiliza en la elaboración de productos de belleza, como ampollas faciales o mascarillas antienvejecimiento. Posee un aroma fino y un sabor suave, excelente para combatir la retención de líquidos. Requiere de dos a tres minutos de infusión. Servido con miel, adquiere un sabor dulce que le aporta un gusto delicado.

Tés aromatizados

Son el resultado de la mezcla de té verde, rojo o negro ya procesados, con especias, hierbas, pétalos de flores o aceites esenciales de frutas.

Fórmulas clásicas

Té de rosas: infusión ligera, dorada, con sabor dulce, muy suave y un aroma perfumado. Ideal para tomar con leche o acompañar platos dulces o ligeramente salados, o como bebida relajante y refrescante.

Té de jazmín: es delicioso al paladar y a la vista. Compone un té de calidad excelente y con sabor exquisito.

Nuevos tés aromatizados

Reciben el nombre de la fruta o flor de especia que se añade al té. Los más populares y de mayor éxito son los de cereza, cítricos, canela, té verde con menta, entre otros. En el próximo número hablaremos sobre la ceremonia del té. ¡No te lo pierdas!


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