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El servicio de bufé permite una mayor comunicación entre las personas, ya que deben servirse ellas mismas y decidir cuál es el sitio que van a ocupar.
Algunas ventajas entre las que se pueden mencionar del servicio de bufé son: mayor fluidez y rapidez, abundancia de la oferta, satisfacción de los diferentes hábitos alimenticios y menor precio.
Este servicio es utilizado, generalmente, cuando no se dispone del suficiente espacio ni servidumbre para atender a los comensales.
En el lenguaje culinario, se entiende por bufé una mesa más o menos grande sobre la cual se disponen diversos platos de forma sugerente y atractiva a la mirada; es la presentación armónica de la gastronomía, de las materias primas de la culinaria, de platos semielaborados que, situados estratégicamente en el comedor o en una plataforma, actúan como estímulo para los invitados.
La principal atracción de este tipo de servicio se basa en brindar la posibilidad de tener una mayor variedad de la oferta de platos de comidas, presentada de una manera agradable, teniendo en cuenta toda una combinación de color y textura de los alimentos, permitiendo que cada comensal pueda comer a voluntad y satisfacer sus necesidades, según sus exigencias en cada momento.
La mesa de bufé se coloca a un lado junto a la pared o en el centro del salón (de esta manera permite el mejor desplazamiento alrededor de ella) con el material de vajilla, vasos y cubiertos.
Tipos
En diversos hoteles y restaurantes existe un bufé para cada tipo de comida. Este puede ser frío, caliente o mixto (platos fríos y calientes). Los alimentos presentados deben ser sencillos de servir y comer. Podríamos decir que aquí se permiten servir varios alimentos en un mismo plato, aunque es mejor utilizar uno para la comida fría y otro para la comida caliente. En el momento de servir se deben utilizar los cubiertos que hay en las fuentes y no utilizar el cubierto propio. Un aspecto importante a tener en cuenta es el decorado: debe estar limpio y minuciosamente cuidado, de manera que sea apetecible a los ojos del invitado.
El menú en un bufé consta de variedad de ensaladas, entremeses, diferentes carnes, pescados, pastas, diversidad de quesos y gran selección de tortas, helados y repostería en general. Se aconseja poner, al menos, cuatro platos principales (evitar alimentos con huesos, raspas o semillas), alguna ensalada, dos acompañamientos y varios postres. Lo más cómodo es optar por platos fríos, pero si se dispone de accesorios que conservan el calor de los platos, servir alguno caliente le da un toque más serio al menú.
Las bebidas, el agua y el vino no deben faltar. Este último se elegirá en función de la comida que se vaya a servir. No obstante, convendrá tener, al menos, un vino tinto y uno blanco para que los invitados puedan elegir. Estas bebidas son servidas con ayuda del personal profesional (mozos), exclusivamente. Es interesante calcular la cantidad y disponer, más bien, de más que de menos.
Actualmente, es elegante y creativo servir una diversidad de gastronomía internacional, como cocina italiana, japonesa, china, tailandesa, entre otras. No olvidarse de ir reponiendo las comidas, retirando la vajilla y cubiertos sucios. Y recordar sustituir servilletas, hielo y ceniceros.
“Una comida equilibrada es una especie de poema al desarrollo de la vida”. (Anthony Burges).
Cuando asista a un bufé
Sírvase un plato cada vez. Si va a servir a su acompañante, nunca se acerque a la mesa de bufé con dos platos, primeramente sirva un plato para una persona y luego para la otra. No llene los platos hasta que rebosen en cada viaje que haga a la mesa de bufé; si hay necesidad, acérquese a ella diez veces. No guarde lugar a los amigos que estén por llegar. Respete la fila y no se ponga nervioso si el que está adelante se sirve despacio. Uno de los principales "inconvenientes" que nos solemos encontrar cuando estamos en un bufé es cómo desplazarnos. Si las mesas se encuentran pegadas a la pared, debemos empezar por la parte izquierda e ir avanzando hacia la derecha. Por el contrario, si la mesa se encuentra en el centro, en una isleta, debemos empezar por la derecha e ir desplazándonos hacia la izquierda hasta completar toda la vuelta. Un buen indicio de por dónde empezar nos pueden indicar las servilletas y los cubiertos, que suelen revelar el punto de comienzo del bufé. No coma ni beba hasta que no pueda; los resultados suelen ser desastrosos, sorprendentes y penosos.