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Sorprendentemente, cada vez proliferan más los mitos en torno al resfrío, gripe e influenza. Aunque parecen exactamente lo mismo, se debe conocer que la gripe es causada por el virus de influenza y sus síntomas son más severos que el resfrío, como dolor de cuerpo, fiebre, cansancio extremo y tos seca; mientras que el resfriado común provoca únicamente secreción y congestión nasal.
La influenza, por su parte, es una enfermedad respiratoria contagiosa, ocasionada por virus que infectan la nariz, garganta y pulmones. Ante la necesidad de informarnos sobre las diferencias y aclarar las dudas instaladas en la sociedad, le planteamos algunas preguntas al Dr. José María Breuer Planás, especialista en asma, alergia e inmunología.
- ¿El resfriado puede convertirse en influenza? El resfrío común no se transforma en influenza. Normalmente, se resuelve en forma espontánea. Su curso natural es benigno, excepto en pacientes con otras afecciones, como una enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o enfisema.
- ¿La vacuna contra la gripe causa gripe? La vacuna contra la gripe es un preparado de virus inactivados, es decir, muertos; por lo tanto, no puede producir una infección activa. Las reacciones a la vacunación contra la influenza son muy escasas y poco frecuentes. De hecho, es recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en embarazadas y pacientes inmunodeprimidos. Produce anticuerpos que rechazan o atenúan las infecciones. Sin embargo, la inmunidad es transitoria, por lo cual, se recomienda refuerzos anuales.
- ¿La persona resfriada puede aplicarse la vacuna? Es aconsejable su aplicación si no existe un cuadro virósico febril, para concentrar la respuesta inmunitaria contra el antígeno de la vacuna y obtener una mayor eficacia inmunológica. Pero no existe un aumento de reacciones adversas.
- ¿La exposición al frío provoca gripe? En tiempos de frío intenso se dan condiciones para la transmisión del virus, como hacinamiento y ambientes cerrados. La exposición puede producir alteraciones en la mucosa respiratoria, que disminuyen las defensas naturales y propician la penetración del virus al torrente sanguíneo. Se alteran, por ejemplo, ciertos anticuerpos, como IgA o de superficie.
- ¿Los antibióticos curan la gripe? La gripe es una enfermedad virósica no sensible a los antibióticos, por lo que se debe utilizar antivirales, como el oseltamivir en caso de la influenza. Sin embargo, los antibióticos son útiles para tratar alguna complicación grave, como la neumonía bacteriana.
- ¿Lavarse la cabeza retrasa la sanación? No existe una relación entre esta práctica y el curso de las enfermedades virales como la influenza. De todos modos, es importante evitar los enfriamientos y cambios bruscos de temperatura.
- ¿Se recomienda consumir aspirina ante síntoma de influenza? Los analgésicos y antinflamatorios no alteran el curso de las enfermedades virósicas como la influenza. Solo son útiles como medicación sintomática para disminuir la fiebre, dolores musculares y apatía. La influenza no es como el dengue, que mantiene una fuerte tendencia a la disminución del número de plaquetas y, sumado a la aspirina, un antiagregante plaquetario es capaz de producir fenómenos hemorrágicos. Es recomendable como medicación sintomática consumir ibuprofeno o dipirona, ya que en niños, la aspirina —en el curso de una virósis— puede producir una afección hepática llamada síndrome de Reye.
- ¿La vitamina C ayuda a prevenir la gripe? No existe ningún estudio científico multicéntrico que compruebe la eficacia de la vitamina C en el curso de las virósis respiratorias. Esta práctica está muy difundida entre la gente; es habitual no solo en nuestro medio, sino también en los países de primer mundo. Sin embargo, los metanálisis de estudios, efectuados por más de 40 años, no demuestran resultados concluyentes.
- ¿Cuál es el ciclo de contagio de la gripe? El virus ingresa al aparato respiratorio por medio de las secreciones, ya sea la tos, el estornudo o las manos, ya que el paciente suele taparse la boca con estas para toser o estornudar. Después de un período de incubación, de 24 a 72 h, produce una viremia —presencia del virus en la sangre— que es responsable de la fiebre alta, dolores musculares, articulares y postración. Luego, en pocas horas, el virus se localiza en el aparato respiratorio y produce tos, expectoración y dificultad respiratoria. A partir de allí, la evolución puede variar desde una resolución espontánea a una bronquitis, bronquiolitis, neumonitis vírica, neumonía bacteriana a una falla multiorgánica en pacientes del grupo de alto riesgo.
- ¿El entorno de la persona enferma de influenza debe medicarse para prevenir la enfermedad? Una medicación preventiva es eficaz si se administra inmediatamente conocido el diagnóstico, ya que después de 24 h su eficacia ya es mucho menor como preventiva.
Vacuna contra la influenza
“Las cepas varían según el hemisferio norte o sur. La vacuna cubre las tres o cuatro cepas emergentes derivadas de la influenza A en el hemisferio sur. Existen vacunas trivalentes y tetravalentes. La vacunación a personas en riesgo es gratuita en el sistema sanitario nacional y se realiza en los centros de salud, hospitales y puestos de vacunación. Las personas que presentan mayores riesgos a causa de la influenza son las que padecen enfermedades crónicas, como insuficiencia cardíaca, renal o respiratoria, diabetes, hipertensión, asma bronquial o tratamiento con quimioterapia para cáncer. También las embarazadas en todo el periodo de gestación, niños menores de un año y mayores de 75 años”, comenta el profesional Dr. José María Breuer Planás.
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