Coreografiar el amor

Su acercamiento hacia la danza no tiene fecha de inicio, ya que su madre –de quien heredó su nombre– fue bailarina, docente y fundadora del Estudio Nicole Dijkhuis. Este ejemplo y el constante roce con la música empujaron a Nicole Ayala Dijkhuis (37) a tomar sus primeras clases de ballet a los tres años, momento desde el cual inició un raudo crecimiento profesional, alentado por su interés metódico en la danza. 

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Con solo 15 años, su madre le encomendó la tarea de capacitar a una bailarina, promoviendo en ella la aspiración de enseñar. Apoyada por su hermana Maia, actualmente, son las responsables del Estudio Nicole Dijkhuis, que –tras 43 años colaborando con la formación de profesionales de la danza– fue galardonada semanas atrás por el Youth America Grand Prix (YAGP) como una de las 12 mejores academias a nivel mundial. 

Madre de Esmeralda (18 meses) y Fénix (2 meses), no solo fusiona su vida de madre y docente para ajustar su tiempo razonablemente, sino que también se prepara para regresar al escenario como bailarina luego de un largo periodo ausente.

Debutaste con la danza a muy tierna edad. ¿Cómo se inicia ese proceso?

Bailo desde los tres años. Mi mamá, Nicole, es bailarina y profesora de ballet, razón por la que este estudio lleva su nombre, pero realmente me empezó a gustar la danza y decidí ser bailarina a los 11 años. En cuanto a mi fase como docente, no fue una decisión propia, ya que me descubrió mi madre, quien me pidió preparar a una alumna cuando apenas contaba con 15 años. Ella era muy observadora y siempre estaba pendiente de los ensayos, por lo que confió en mí para esa tarea. Desde ese momento nunca más abandoné la enseñanza.

Tomando en cuenta tus años de experiencia, ¿creés que ahora existe más interés hacia la danza?

No. Antes todo era más fácil cuando los niños no estaban tan dispersos con la tecnología. Bailar es un proceso muy largo y meticuloso, y hoy –con el exceso y la velocidad de la información– los niños tienen mucha ansiedad para trabajar.

¿Existe una edad para iniciarse?

No. Considero siempre conveniente iniciarse desde pequeña, ya que es necesario moldear el cuerpo. Aunque a nivel general se concuerda que es propicio iniciar a los siete años, aproximadamente.

¿Cuándo regresás al escenario?

Se trata de un proyecto que será estrenado en octubre. Es una obra de jazz que ya estamos  ensayando con músicos en vivo y un elenco de 10 bailarines de primer nivel. Pero quiero mantener la sorpresa, por eso aún no doy el nombre.

¿Después de cuántos años retornás?

Mi regreso se da después de una larga pausa. La última vez que bailé fue en Buenos Aires, en el 2013, pero puedo decir que no bailo en el Paraguay desde que tengo 25 años.

Ahora sumás a tus logros el reconocimiento de estar entre las mejores academias del mundo...

El Youth America Grand Prix (YAGP) es un evento realizado de forma anual en Nueva York, Estados Unidos, y en el cual participan alrededor de 100 academias. Ya hemos sido parte de este certamen en cuatro ocasiones, pero es la primera vez que somos galardonadas como una de las mejores a nivel grupal. El YAGP es un top 12 de ganadores y las semifinales son realizadas en cada país. Del Paraguay viajamos 60 personas a representar al país. De ese grupo, 24 bailarinas, de entre 11 y 18 años, son parte del Estudio Nicole Dijkhuis.

¿Están con planes de participar en otros concursos?

En este momento estamos proyectando, más que nada, alianzas con escuelas internacionales, ya que deseamos ofrecer a nuestros alumnos la posibilidad de crecer.

Sos madre de dos niñas pequeñas. ¿Cómo gestionás tu tiempo?

Soy una apasionada de mi trabajo, así que me muevo con Esmeralda y Fénix para todos lados; incluso, viajé con ellas y mi marido, Pablo, a Nueva York.

¿Se puede decir que la danza estará en la familia de generación en generación?

Esmeralda ya está tomando sus primeras clases de danza (risas). Mi inspiración fue mi madre, así como mi abuela, Nora, quien también bailó en su juventud. Si mis hijas desean dedicarse a la danza, tendrán mi apoyo, y si no, también tendrán mi respeto, porque es una carrera que realmente debe apasionarles.

Apegada a su vida laboral, su carrera como bailarina y profesora de danza es una de las más vastas y reconocidas a nivel país. Su madre fue su gran inspiración, legado que ahora pretende dejar a sus hijas.

Nicole Ayala Dijkhuis

Bailarina, coreógrafa y docente a cargo del Estudio Nicole Dijkhuis, una herencia de su madre que fue consagrada recientemente como una de las mejores academias de danza por el Youth America Grand Prix. Madre de dos niñas, vuelve al plano artístico local tras 12 años alejada del escenario.

Youth America Grand Prix (YAGP)

Reconocida como la red más grande del mundo de la danza, tiene como objetivo apoyar y desarrollar el potencial de bailarines de clase mundial. Actualmente, el YAGP llega a más de 7000 estudiantes de danza de forma anual mediante la celebración de talleres, audiciones y clases magistrales. Cada temporada culmina en las finales de Nueva York, en las que más de 1200 de los bailarines más prometedores del mundo son reconocidos, reciben tutorías a profundidad y mayores oportunidades. Desde sus inicios, más de 50.000 bailarines han sido parte de los beneficios que ofrece el YAGP. Actualmente, lleva a cabo audiciones en 17 ciudades de los Estados Unidos, Bélgica, Francia, Italia, México, Argentina, Brasil, Japón, China y Paraguay, entre otros.

Fuente: www.yagp.org

nadia.cano@abc.com.py 

Fotos Pedro González, Celso Ríos

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