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Inicialmente, el afectado percibe que le cuesta respirar, le falta el aire. Más adelante, siente que las tareas cotidianas se convierten en una odisea difícil de superar, se cansa fácilmente, no puede subir escaleras, ni vestirse ni mantenerse en un ambiente cerrado. Esto aqueja, por lo general, al fumador empedernido; por eso, nunca es demasiado tarde para dejar de fumar, y los beneficios se perciben a los pocos días.
“La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), como su nombre indica, obstruye la circulación del aire y causa problemas relacionados con la respiración. Su principal síntoma es la disminución de la capacidad respiratoria, que avanza lentamente con el paso de los años. Debido al daño, las vías respiratorias producen más mucosidad de lo habitual, los bronquiolos se engrosan y pierden su elasticidad, y las paredes de los alvéolos se destruyen. Uno de los factores principales que intervienen en la aparición de la EPOC es el tabaquismo y se presenta en personas expuestas al humo del tabaco, ya sea de forma activa o pasiva. Abandonar este hábito puede frenar el círculo vicioso desde el primer momento”, explica Raquel Lemir, médica neumóloga, quien asegura que la razón por la que algunos no fumadores desarrollan EPOC no es del todo conocida.
La profesional sostiene que puede aparecer en diferentes trastornos y se habla de tres fenotipos: la bronquitis crónica –se manifiesta a través de una tos crónica persistente que produce flema y, a su vez, conlleva a una difícil expulsión de exceso de mucosidad, por lo que se infectan con facilidad–, el enfisema –consiste en un ensanchamiento de los alvéolos y la destrucción de sus paredes– y el síndrome de superposición asma-EPOC (SAOC) –cuando el paciente presenta características clínicas tanto de asma como de EPOC; a veces, con manifestaciones muy similares en adultos mayores, especialmente–. Cada una de estas condiciones se inicia y evoluciona de diferentes maneras.
Vivir con EPOC
Tos, expectoración, fatiga diaria y ahogo son los primeros indicios de padecer EPOC, expone Lemir, y acota que ciertas causas aumentan el riesgo de su desarrollo, entre las que cita la inhalación de ciertas sustancias que irritan los pulmones, ya sea a consecuencia de productos químicos utilizados en el lugar de trabajo, la contaminación del ambiente en espacios internos o externos y la calefacción en hogares mal ventilados. “Raramente incluyen, además, cuestiones hereditarias o genéticas, porque se cree que se relaciona con la deficiencia de una proteína que protege los pulmones”, desarrolla la doctora. Advierte que en pacientes fumadores mayores de 40 años con "chillido de pecho" o aumento del catarro se debe sospechar la presencia de EPOC, para cuyo diagnóstico el profesional tendrá en cuenta la historia clínica y pruebas médicas, como la espirometría, radiografía de tórax y otros exámenes de laboratorio.
Por otro lado, comenta: “Las personas con EPOC que continúan fumando, aun con el mejor tratamiento, contraen más infecciones y sus síntomas se propagan. El método farmacológico –el consumo de ciertos antibióticos por tiempo prolongado, antiinflamatorios y esteroides inhalados– mejora las condiciones de vida”. Además, se pueden recurrir a algunas medidas saludables, como ejercicio, rehabilitación, dieta controlada –pescado y carne magra– y oxigenoterapia –aplicación de inhalaciones de oxígeno-. No obstante, hasta hoy, las medicaciones no son capaces de curar completamente la enfermedad, avisa la profesional, a cuyo criterio es necesario el diagnóstico temprano de la afección, que depende de la definición y el criterio aplicado por el médico. “Todo aquel paciente que fume más de 10 cigarrillos por día debe realizarse estudios funcionales de control”, destaca.
EPOC en cifras
“No existen estudios de prevalencia actuales en nuestro país. El estudio denominado Proyecto Latinoamericano de Investigación en Obstrucción Pulmonar (Platino), efectuado bajo una misma metodología en cinco ciudades –San Pablo, Ciudad de México, Montevideo, Santiago de Chile y Caracas–, reveló una prevalencia del 78 % de EPOC entre los tabaquistas, 40 % entre quienes soportan exposición al humo de leña y solo 13 % entre las personas afectadas por otras causas de contaminación”, detalla la Dra. Lemir.
También, quedó al desnudo que el 49 % de los tabaquistas que desarrollaron EPOC tenían un índice de 10 paquetes por año, pero lo más destacado fue que la prevalencia de EPOC mostró que la enfermedad estaba subdiagnosticada y se reclama un mayor reconocimiento. Conforme con estimaciones del estudio Platino, se prevé que, para el 2020, la EPOC se convierta en la tercera causa mundial de muerte en los países desarrollados.
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